VIAJES y PANDEMIA: Por qué ELIJO Viajar por ARGENTINA y mi NO a Viajar al EXTERIOR

Viajar es parte de mi ADN aprehendido, es parte de mi felicidad, mi ruta de escape y de reencuentro, es la posibilidad de disfrutar de culturas y sabores, es mi energía de vida y la fuerza que me ayudó a atravesar mis más oscuros momentos, tal como o planteo en Viajar y El Derecho a Ser Diferente. Viajar no es para mí apenas una actividad frívola (y si lo fuese ningún problema debería ser) y es algo que extraño en demasía. Hace más de 500 días que no piso un aeropuerto, no entro a un Duty Free, no experimento la emoción de llegar a un destino desconocido, no hago el check in de un vuelo o hotel; hace más de 500 días que no experimento el despertar en otro lugar que no sea mi Salta.

A estas alturas en 2020 estaba luchando contra lo imposible: soñaba con atravesar el sudeste asiático en vuelos que obviamente serían cancelados, y preparándonos para lo que sería el año más bizarro de nuestras vidas; a esta altura de 2021 estoy cancelando vuelos a destinos similares pero que de antemano sabía que probablemente no iban a poder ser abordados. Es que, la verdad, aún si pudiese volar en ellos, preferiría no hacerlo. Y esa es la verdadera razón de este post.

Para mí viajar es placer, es libertad, es vagar de un país a otro, atravesar aeropuertos en largas escalas, hacer stopovers de 12 horas en Fiumicino u Amsterdam, darme una vuelta por Roma o Amsterdam y comprarme unas camisas baratas en Campo Dei Fiori o euesos en Schiphol, es entrar a Lounges (si puedo y tengo PP disponibles), es deambular por el planeta con la libertad que lo haría en el patio de mi propia casa; es precisamente eso, jugar a que el mundo es el patio de mi casa.

Pero desde Marzo de 2020 eso cambió. Primero los cierres de fronteras, los varados en el exterior u otras provincias; después las cuarentenas y lo que yo denominé La Vida en Pausa. Y lo que era natural dejó de serlo, lo que era normal pasó a ser excepcional y lo que era un placer pasó a ser un displacer culposo. En el medio hubieron cepos, devaluaciones y depreciaciones de la moneda. Entonces esos viajes cancelados pasaron a ser aún más costosos de reponer y en algún momento todo parecía ser una pesadilla sin fin.

Los meses pasaron y de a poco el turismo comenzó a respirar de nuevo. Pero siempre rodeado de la incertidumbre que rodea a la pandemia. Quizás el caso Abigaíl, con sus tristísimas connotaciones, terminó de derribar las ridículas barreras provinciales. Ni Europa entre sus países miembros ponía semejantes trabas como los gobernadores argentinos, que entre desconocimiento de procedimientos ante una situación inédita y sus propias ineptitudes hicieron de viajar por dentro del país fuese una odisea imposible, mucho más que viajar al exterior. Afortunadamente hoy podemos decir que viajar por Argentina es posible y no es poco.

Incluso se volvió a viajar afuera, previa firma de una declaración en la que te hacés cargo de tu repatriación ante un eventual (y en mi apreciación, próximo) cierre de fronteras. Y eso se acompaña con exámenes previos a llegar a destino o regresar al país. con la incertidumbre sobre cambios de rutas, prohibiciones de ingreso a países que cambian según las horas y los factores más bizarros, y a eso hay que sumarle las atracciones cerradas por la pandemia y los costos extra de los exámenes (que se agravan con nuestra fuerte devaluación de 2020) y el (real) riesgo a quedar varado en otro país si Argentina decide (cómo muchos otros paises, tal el caso de Australia) cerrar sus fronteras y quedás rehén de la declaración firmada.

Entonces yo elijo no viajar al exterior. Elijo no vivir ese minuto a minuto esperando que tal cosa suceda o no, no saber si los requisitos para ingresar a mis destinos elegidos me cambian a último momento y me generan un enorme dolor de cabeza; elijo no quedar a merced de las decisiones gubernamentales cambiantes y quedar varado en otro país con los inconvenientes que eso me generaría en todo aspecto que se me ocurra. Por eso elijo viajar por Argentina.

Tengo la impresión que la insensatez de las limitaciones fronterizas interprovinciales del 2020 no se va a volver a repetir, que los vuelos internos no se van a clausurar nuevamente y que, sobre todo, las ciudades turísticas van a hacer lo imposible para seguir recibiendo turistas porque otro 2020 puede terminar de liquidar a un sector que ya viene demasiado golpeado. Hoy elijo eso con la esperanza puesta en las vacunaciones, que quizás en 2022 nos permita viajar por el mundo de una manera bastante similar a la que solíamos hacerlo (digo 2022 porque a excepción de unos contados países, el ritmo de vacunación es muy lento).

Hay que ser inteligentes y liberarse de ansiedades. Esta es una coyuntura, difícil y extraña. pero no es definitiva: tarde o temprano va a pasar y las cosas volverán a una normalidad con modificaciones, pero en la que recuperaremos nuestra libertad de movimiento a pleno. Quiero disfrutar los vuelos en vez de pensar cómo carajo voy a aguantar un vuelo de 16 horas con barbijo puesto, y elegir los destinos que visitar y no conformarme con aquellos que me dejen ingresar. Hasta que algo de eso no suceda y que en mi cabeza viajar al exterior vuelva a ser una opción, prefiero volver a salir de mi ciudad y viajar por Argentina, evitarme el estrés de la incertidumbre que rodea a esta maldita pandemia y volver a recargar las energías necesarias. A esta altura volver a pisar un aeropuerto, despertarme en otro lugar y romper con la rutina tan claustrofóbica de 2020 es para mí incentivo suficiente. Lo otro, tarde o temprano, ya volverá.

Comentarios

14 respuestas a «VIAJES y PANDEMIA: Por qué ELIJO Viajar por ARGENTINA y mi NO a Viajar al EXTERIOR»

  1. Avatar de adrián

    Maravillosa nota Ale. Gracias por permitirnos volver a leerte

    1. Avatar de Alejandro A.

      Gracias a vos por leer mis posts Adri querido!

  2. Avatar de Ireny
    Ireny

    Excelente retrato de los sentimientos viajeros, nunca me sentí tan identificada! Es verdad hay que calmar ansiedades, ese viaje soñado a tierras lejanas puede transformarse en un gran dolor de cabeza, así que mejor por ahora quedarse por acá, ya vendrán tiempos mejores

    1. Avatar de Alejandro A.

      Hola Ireny! Es lo que siento en esta coyuntura tan extraña que nos toca vivir. Es lo que hay y dentro de lo que hay prefiero hacer lo que me de más disfrute y menos dolores de cabeza. Gracias por siempre darte una vuelta por el blog!

  3. Avatar de Jorge
    Jorge

    Hola Ale, coincido en postergar los viajes al exterior, pero se complica cuando tenés un pasaje de AR al que tenes que ponerle fecha antes de agosto para volar dentro de este año y algunos voucher de alojamiento que solo aceptaron estirar el vencimientto hasta fin de año. Por ahora no haré nada y esperaré a ver si mejora en los próximos meses.

    1. Avatar de Alejandro A.

      Hola Jorge! Te entiendo. Me pasa que tengo vouchers para alojamiento qué dejo usar hasta diciembre de 2021 y no se que hacer. Y a su vez tengo vuelos de cabotaje de AR pagados con millas qué veré de reservar para 2022 pagando una multa. Y además pasajes por EK emitidos con Smiles para principios de abril qué estoy esperando para llamar y ver si me dejan reprogramar. Entiendo tu situación. No se trata de una situación ideal sino algo más relacionado con encontrar cierta cordura y tranquilidad en una coyuntura tan incierta. Saludos y gracias por darte una vuelta por el blog!

  4. Avatar de Carlos
    Carlos

    Hola Ale! Coincido plenamente en todo, en mi caso agregaria q a mis 64 años perder 2 o 3 años sin viajar es muchisimo, es tiempo irrecuperable y a su vez dependera d la suerte en salud. Abrazo.

    1. Avatar de Alejandro A.

      Hola Carlos! Si, comprendo lo que decís. El tiempo es lo más importante que tenemos y no se recupera. Lo que planteó en el post es que en esta coyuntura tan bizarra e incierta prefiero ir, por ejemplo en mi caso a la Patagonia a algún lugar qué no conozca, qué viajar a Dubai y no saber si voy a poder entrar en destino o bien, quedarme varado en el exterior porque cierren las fronteras aquí qué lo veo demasiado posible, porque es además la tendencia en muchos países del mundo. Pero estoy totalmente de acuerdo en lo que decís y la frustración y el dolor por el tiempo perdido e irrecuperable la siento yo también. Eso es innegable. Saludos y gracias por darte una vuelta por el blog!

  5. Avatar de Roberto
    Roberto

    Lo que nos está demostrando esta pandemia es la poca capacidad de adaptación del ser humano, o al menos de unos cuantos…querer volver ya a hacer lo mismo que en diciembre de 2019 cuando la vida ya ha cambiado…no sabemos cuando regresamos a la normalidad, o lo parecido posible, pero algunos están empeñados en seguir viviendo en el pasado y eso pasa factura, psicológicamente y económicamente (quedarse tirado, que el seguro no te atienda como prometieron, etc)
    Ah, y en Europa también tenemos restricciones internas, mismamente yo no puedo salir de mi ciudad española ahora, ni puedo estar en la calle en horario nocturno, ni puedo ir a cenar..

    1. Avatar de Alejandro A.

      Hola Roberto. Es una situación muy difícil y como decís vos, no se sabe a ciencia cierta cuando recuperaremos algo de esa normalidad. Por eso es que exponerte a situaciones que ya de vivieron en 2020 por viajar al exterior, y esta vez estando preavisados suena a insensatez. No se trata de una situación óptima qué es culpa de un gobierno (más allá que cada gobierno lo puede manejar de mejor o peor manera) sino de algo transversal a la humanidad qué cambió en mayor o menor medida la vida a todos. Lo único que nos queda es esperar que termine lo más pronto posible. Gracias Roberto por comentar. Saludos

    2. Avatar de adrián

      Comparto todo lo que has dicho Rober. Una mezcla entre poca capacidad de adaptación, seguir viviendo en el pasado, no aceptar otra realidad que la que uno quiere imaginarse e insistir en hacer lo mismo que en 2019 casi como si fuera un caprichito.
      De la mano, el pretender la defensa a mansalva de lo que se piensa que son derechos individuales inalienables, tal como derecho a no usar barbijo, o a calentarse la pera con el mismo.
      Nada que decir de lo sumidos que estamos en odios políticos o en endilgar culpas de tal o cual cosa, gastando en ello el 99% de nuestras energías. No importa el color político, lo importante es que todos sepan que la culpa la tuvo el otro, forzando las situación hasta el ridículo para conseguir que un cuadrado encaje donde va un círculo.
      Y paralelamente, un desprecio o una falta de conciencia social y colectiva que nos lleva donde estamos. Ni un centímetro más atrás ni más adelante.

      1. Avatar de Alejandro A.

        Coincido en la incapacidad de aceptación de la realidad y cuán sumidos estamos en el odio político que hace que lo importante no sea lo esencial, sino las rencillas políticas para apoyar o denostar a quien nos dígalo que queremos o no queremos oír. Y ni hablar del no uso del barbijo aduciendo qué es una violacion de los derechos personales. Personalmente el barbijo es lo que menos me molesta de todas las medidas. Si entiendo que la paciencia se agota pero no es menos real qué es algo, que en mayor o menor medida, le pasa a todo el plantea. Abrazo Adri querido

      2. Avatar de Roberto
        Roberto

        Yo siempre uso el símil del cáncer…se aduce en el caso de los jóvenes que la pandemia les impide vivir su juventud y que nunca recuperarán lo no vivido…entonces habrá que decir a un joven con cáncer que deje la quimio y viva la vida, que no pierda la oportunidad..si luego acaba en el cementerio, ya será cosa de su familia, y del finado, que ya no está para vivir.
        Esta pandemia tiene unas consecuencias y si queremos vivir en el pasado, poco hacemos por vivir el presente..¿que este presente tiene limitaciones? Como todo presente, presente con limitaciones por falta de trabajo, falta de tus padres, etc…nunca ha habido un presente perfecto y no por ello lo hemos desechado…ahora hay un nuevo factor.
        Y sobre el odio político, creo que está siendo universal en estos momentos..ahí está la pluscuanperfecta Alemania sin ponerse de acuerdo en una estrategia coordinada en todo país y llevando toda medida a los tribunales.
        Saludos a ambos desde la primavera soleada (y con 25 grados) europea.

        1. Avatar de Alejandro A.

          Me gusta mucho la reflexión de que todos los presentes tienen una limitación. Muy cierto y acertado Robert. Abrazo enorme desde la (en este momento) lluviosa Salta.

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