Categoría: Opinión

  • Crónicas Laponas Nº 8: Kiruna, Kant, la Vida, la Muerte y el Viajar como Sentido de Existencia

    Crónicas Laponas Nº 8: Kiruna, Kant, la Vida, la Muerte y el Viajar como Sentido de Existencia

    Pasado el mediodía del domingo en Kiruna, tomamos quizás la mejor decisión de toda nuestra travesía por la Laponia: deambular sin rumbo por las calles de Kiruna, en el barrio al frente de la mina de hierro.

    La primera impresión fue que ese conjunto de casas de madera y colores, rodeadas de nieve que ofrecían el marco perfecto para su lucimiento, representaba lo que yo esperaba de la Laponia. Esa belleza minimalista de los colores que resaltan sobre un blanco níveo e infinito, aportaban esa belleza característica de los parajes donde el frío era el enemigo hostil pero a la vez el artífice de la belleza; una cualidad que en este caso es tan finita y efímera como la vida misma.

    La Belleza de lo Efímero: Kant y El Sentido de la Vida

    La sensación era rara mientras observábamos cada una de las casas, puestos que son ellas las que mayor riesgo corren de ser tragadas por el suelo debilitado por las excavaciones mineras, por lo que la empresa minera LKAB, encargada de la mudanza de la ciudad, ya ofreció a sus propietarios la demolición de las mismas y construcción de nuevos hogares a 3 kilómetros de distancia, o la compra de las propiedades al valor de un 125% del valor de mercado para que ellos decidan que hacer con el dinero.

    Alguna vez Immanuel Kant dijo que la vida no tendría sentido sin la muerte, ya que ellas y la demostración de lo finito de nuestra existencia nos provee un plazo para que durante nuestra vida nos esforcemos en dejar una huella. Y en Kiruna algo parecido sucede: el saber que todo lo que vemos va a desaparecer, le otorga un significado y belleza extras, porque nada de lo que veamos, literalmente, va a ser igual de aquí a unos 20 años. Aún si tenemos la suerte de regresar, Kiruna va a ser otra ciudad, y donde hoy están las casas, será o una ciudad fantasma o un simple y enorme manto blanco. Por eso es que mi estancia en Kiruna, estuvo constantemente rodeada por el concepto de la belleza de lo efímero: cómo si se tratase de una obra de arte conceptual, la belleza de Kiruna radica en eso, en apreciar que va a finalizar, lo que va a desaparecer, lo que va a morir. Disfrutar lo que tenemos ahora, en este exacto momento de tu vida (no importa cuando leas esto) es lo que realmente importa. Y nuestro presente es un suspiro que se va en un instante, un momento que no vuelve, que se queda como un recuerdo y que deja de existir.

    Ese es el estado de Kiruna personal que me lleva a vivir de la manera en que vivo, y a disfrutar de la manera en que lo hago. Endeudándome a veces de más para costear algo que amo de una manera más intensa que es mi aquí y ahora. Mi tiempo en este mundo es mi capital más importante, mucho más que una tarjeta de crédito que me otorgue estatus, un celular último modelo, la pose que indique mayor poder económico o social, la foto con el auto recién sacado de la concesionaria, porque eso es algo que cuando me despida de este mundo quedará aquí e irá al baúl de lo olvidable o a un basurero que destroza la naturaleza que nos brinda las mayores bellezas a disfrutar. La vida se vive, experimenta y vivencia, no se compra. Por más dinero que tengas, cuando te vas, te despedís de igual manera que el que menos tiene; con los mismos arrepentimientos, miedos o paz, llegado cada caso. Siempre pensé así, y tras las operaciones de hace unos meses esa sensación sólo recibió un empujón de la realidad para hacerse más fuerte. Y en este contexto Kantiano, disfruto a Kiruna como la ciudad que va a desaparecer, de la misma manera que intento gozar cada instante en mi vida que al pasar se descuenta de mi haber expresado en unidades de tiempo. Eso es Kiruna, esa es la belleza de lo efímero y finito; el mayor recuerdo que mi viaje por la Laponia dejó en mi alma. Por eso Kiruna estará siempre en el más exclusivo grupo de ciudades favoritas. Por sólo eso y por todo ello.

    Todo ello sumado a que viajar ha sido, es y será la fuente de energías renovables que me mantuvo a flote en mis momentos más difíciles como lo expongo en mi editorial de presentación del blog, hacen que el conocer el mundo sea un modo de vida que le da sentido a mi existencia. El vivir tu vida sabiendo que puede terminar en cualquier momento no es necesariamente hacer deportes extremos o saltar de paracaídas todos los días: es disfrutar día a día de los sabores que nos dan felicidad, escuchar las canciones que amamos, leer el libro que te transporte a donde quieras que te lleve, sentarte en una plaza o cerro a meditar o simplemente a observar la gente pasar; desprendernos de los tabúes del esnobismo que nos dicen que es aceptable que te guste y que no y hacernos felices día a día a nosotros mismos y a los que amamos que nos rodean. Vivir tu vida de manera intensa es solo tomar conciencia de lo finita de nuestra vida y de lo tremendamente improbable que es nuestra existencia (la improbabilidad de que el espermatozoide que sos vos haya ganado la carrera entre millones es un indicativo); una vida de que se va acabar no sabemos cuándo, y en la cual cada minuto que pasa es irrecuperable. Es trillado quizás, pero no por eso menos cierto.

  • AirBnb suma rechazos: ¿El Fin De La Era Low Cost del Hospedaje?

    AirBnb suma rechazos: ¿El Fin De La Era Low Cost del Hospedaje?

    Hace unos años AirBnb nacía como una innovadora opción para abaratar los alojamientos turísticos para llenar las demandas de un mercado nacido con las Low Cost: aquellos que entendieron que quizás todo puede ser más barato, a través de un medio o plataforma alternativa. Nacía entonces la era del turismo Low Cost.

    Comienzo de la era Low Cost

    Recuerdo cuando en el año 2000 vivía en Dublin, Irlanda, y ví de cerca los primeros años de Ryanair, cuando revolucionaron el mercado con sus increíbles bajas tarifas. Recuerdo un pasaje a Edimburgo por 36 centavos de libra irlandesa, y multitud de pasajes a Venecia, Roma y Paris por menos de 10 libras. De pronto, el aeropuerto comenzó a ser un lugar concurrido por gente para la cual ciertos lugares de Europa ahora no sólo eran posibles, sino frecuentes. En cierta manera Ryanair democratizó el volar, lo hizo asequible a las masas y de pronto, las grandes capitales europeas estaban llenas de turistas que pagaron poco por sus pasajes, y que lo mismo pensaban hacer con el alojamiento y demás. El modelo se replica en el mundo, y de pronto mucha gente accede a pagar el pasaje pero el alojamiento y demás servicios seguían siendo igual de caros.

    Nace AirBnb

    Años después AirBnb supo ver ese nicho en el mercado como ninguno y se ofreció como intermediaria y garante entre quien se iba de su casa de vacaciones y quería alquilarla a otro usuario que usaría esa misma propiedad para sus propias vacaciones; departamentos o habitaciones privadas a un precio mucho menor e incluso más cómodos que muchas habitaciones de hotel. De pronto accedías a espectaculares departamentos por la mitad del precio de una habitación estándar de hotel. O quizás 5 o 6 personas se hospedaban por el precio de 2. AirBnb pasó a ser algo así como el confort low cost del hospedaje, sin tener que recurrir a hostels y con la posibilidad de abaratar gastos de comida si la propiedad alquilada tenía cocina.

    Como era de esperar, AirBnb se convirtió en un tremendo éxito, pero con el tiempo los particulares que dejaba su casa para que la uses, se convirtieron en administradores de departamentos de alquiler temporario, y la idea original se amplió o desvirtuó, de acuerdo a la óptica de cada uno, un poco. También esto dio lugar a numerosos ayuntamientos que encontraron allí la justificación no sólo para obtener dinero de impuestos, sino además para regular e inclusive prohibir el servicio. De pronto ciudades muy importantes para el turismo como New York, Barcelona y Singapur, entre otros, declararon ilegal el alquiler vía dicha plataforma. A eso se suma la Ley Minpaku en Tokio que regula los servicios de alojamiento privado, que provocó que la misma AirBnb redujera en un 80% los avisos en la capital japonesa. Sin olvidar el más reciente caso de Madrid, que prohibe toda aquella propiedad en alquiler que no tiene entrada privada. Y como estos ejemplos, hay muchos más.

    Mi sensación es que AirBnb, al igual quizás que UBER, nacen para satisfacer una genuina demanda del mercado pero aprovechándose de los vacíos legales existentes. En algún punto los servicios eran tan nuevos que la legislación no se adaptaba a ellos. De pronto no eran ilegales, pero a la vez no había un marco legal que los regule. Precisamente en ese contexto es que los precios de los servicios eran tan bajos, porque si bien se cobraba una comisión, había una cantidad de gastos impositivos que no egresaban. Su original naturaleza de Peer to Peer, lo impedía. Pero cuando AirBnb dejó de ser la app que usabas para alquilar tu casa y se convirtió en un servicio de alquiler de departamentos de alquiler temporario, la economía colaborativa quedó a un lado y el negocio se transformó en uno más clásico.

    El Desafío De AirBnb

    AirBnb, en mi óptica, se enfrenta a una etapa crucial de transformación y adaptación a una nueva situación: la de la regulación. Hay casos y casos, pero no es una locura lo que pide la Ley Minpaku en Tokio: que los departamentos tengan vías de escape y sean seguros ante cualquier incidente, accidente o desastre natural.

    Todas estos nuevos requisitos trajeron ya problemas: algunas de las ciudades más importantes del mundo a nivel turístico, como el caso de las mencionadas, ya sea prohibieron o limitaron enormemente el funcionamiento de la plataforma. Y si la tendencia, a nivel global, no se revierte, probablemente veamos una consecuencia no deseada pero que puede ser inevitable: una suba de precios, para poder costear nuevos egresos, o por el otro lado, alquileres tan caros que la diferencia con hoteles va a ser mínima o inexistente.

    ¿El Fin De La Era Low Cost?

    Por eso me planteo muchas dudas: ¿Será AirBnb capaz de sostener los bajos precios? ¿Será capaz de poder lidiar con regulaciones tradicionales y aun así tener un negocio redituable? ¿Los hoteles, en caso de una suba de precios de AirBnb, van a mantener los suyos para ser competitivos o los incrementarán para marcar una diferencia? Sólo el tiempo y las decisiones de quienes están a cargo de AirBnb y similares plataformas nos lo dirán, y sabremos entonces si esta Era de Costos Low Cost generalizados es solo una etapa que llegará a su fin con las regulaciones, o bien, un nuevo modelo de negocios que obligará a los demás sectores de la industria a reinventarse.