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  • Tallinn: 11 Tips para Recorrer la Bella Capital de Estonia en 1 Día

    Tallinn: 11 Tips para Recorrer la Bella Capital de Estonia en 1 Día

    En nuestro primer viaje a Helsinki nos habíamos quedado con las ganas de tomar el Ferry a Estonia para visitar su capital Tallinn por el día. Así que cuando planeamos la segunda visita a Finlandia para recorrer la Laponia, incluímos como imprescindible esta ciudad (todo sobre el viaje en Ferry desde Helsinki lo podés encontrar en este post). Con un casco histórico magníficamente preservado, se reveló ante nosotros como una ciudad sorprendentemente bella y muy fácil de recorrer, razón por la que es un destino fijo en los cruceros por el Báltico. He aquí entonces mis recomendaciones:

    1- UBER es muy barato y legal:

    En Estonia UBER está regulado y es muy barato: en ninguno de los trayectos que hicimos pagamos más de 2 Euros. Es cierto que el transporte público es muy barato, pero para quienes vamos por el día, UBER nos facilitó mucho las cosas. De todas maneras las distancias son cortas y se trata de una ciudad muy segura, así que se puede caminar tranquilamente si vas con más tiempo.

    2- Perderse por las calles del Centro Histórico:

    Como fuimos por el día nos dedicamos a caminar y deambular sin rumbo por sus calles. Su centro histórico es el mejor preservado de los países Bálticos y Escandinavos, y parece sacado de un cuento de hadas.

    3- Plaza del Ayutamiento o Raekoja Plats:

    Raekoja plats o Plaza del Ayuntamiento.
    Raekoja Plats o Plaza del Ayuntamiento.

    Todas las casas típicas se transformaron en restaurantes y bares en los que los precios son muy elevados. Allí destaca el edificio del Ayutamiento o Tallinna Rackoda, que es el único ayuntamiento de estilo gótico que ha sobrevivido intacto en toda Europa.Una curiosidad es observar en el tejado, podemos observar las tuberías en forma de dragones que expulsan el agua de lluvia.

    4- Visitar La Farmacia Más Antigua de Europa:

    Justo en frente de la Plaza del Ayuntamiento, se encuentra la Farmacia de Raeapteek, la que los estonios aseguran es la más antigua de Europa en funcionamiento. Dentro de ella hay un pequeño museo explicativo con animales disecados, pócimas que se usaban en la antigüedad y utensilios de trabajo de lo más llamativos.

    5- Subirte a la Muralla que rodea la Ciudad Vieja:

    Muralla de la Ciudad Vieja
    Vistas desde la Muralla de la Ciudad Vieja
    Vistas desde la Muralla de la Ciudad Vieja

    Cuesta apenas 2 Euros la entrada y una vez arriba, se puede caminar por ella y desde su torre se obtienen preciosas vistas del centro histórico y también de la ciudad nueva.

    6- Viajar en el tiempo en el Pasaje de Santa Catalina:

    Pasaje de Santa Catalina
    Pasaje de Santa Catalina
    Pasaje de Santa Catalina

    Este pasaje Medieval une las calles de Vene y Müürivahe. En el mismo se encuentra el Patio de los Artesanos y negocios de los maestros Estonios del Vidrio. De noche está preciosamente iluminado.

    7- La Iglesia de San Olaf, y subirte a su Torre:

    Caminando por la calle Pirkk, que atraviesa el centro histórico, te encontrás con la Iglesia de San Olaf, cuya torre actualmente mide 124 metros de altura y que en la antigúedad llegó a medir 159 metros y fue considerada la torre más alta del mundo. La torre está abierta en verano y se puede subir por unas claustrofóbicas escaleras para obtener la mejor vista de la ciudad vieja.

    8- Subir a la Colina de Troompea:

    Catedral de Alexander Nevsky

    Subiendo a Troompea

    En el camino hacia esta colina atravesarás angostas y empinadas calles que te conducirán a este barrio en lo alto de la colina, donde encontrarás la Iglesia de Alexander Nevsky, con su estilo de cúpulas cebolla, propios de las Iglesias ortodoxas rusas.

    9- Encontrar los Miradores:

    Vista desde el Mirador de Patkuli.

    En la Colina de Troompea, hallarás el Mirador de Patkuli, uno de los mejores de la ciudad. Imperdible. De todas maneras, caminando por esta zona hallarás un par de miradores más. Un dato a tener en cuenta que en la zona del mirador de Patkili encontrarás tiendas de souvenirs con baños gratuitos, que nunca vienen mal.

    10- Jardines del Rey Danés:

    Jardines del Rey Danés

    En tu camino a la colina de Troompea atravesarás los Jardines del Rey Danés, justo antes de atravesar las murallas que te separan de la Iglesia de Alexander Nevsky. Allí encontrarás las enigmáticas, intimidantes y muy fotografiadas estatuas de monjes que la adornan.

    11- Probá los Sabores de Estonia:

    En este caso destaco dos productos que me volaron la cabeza: El Vana Tallinn, un licor a base de ron, citrus, vainilla y canela que es una delicia. Particularmente entre sus variedades me quedo con el Vana Tallinn Cream Marzipan, que como lo dice su nombre une los sabores mencionados con crema de almendras. Una locura.

    Otro sabor a probar son los chocolates Kalev, en especial las grandes barras de chocolate con fruta. Recomiendo fuertemente los Kalev blancos con crocante de arroz y arándanos. Simplemente impresionantes.

  • De Helsinki a Tallinn en Ferry: Crónica De Un Día Agitado

    De Helsinki a Tallinn en Ferry: Crónica De Un Día Agitado

    En nuestro primer viaje a Helsinki nos quedamos con las ganas de cruzarnos a Tallinn, la Capital de Estonia. Por ello, cuando planeamos nuestra segunda visita, nos pusimos de lleno a organizar nuestro viaje a esta bella ciudad.

    Vista del West Harbour de Helsinki desde el Ferry.

    Por cuestiones de tiempo, decidimos ir por el día desde Helsinki. Para ello compramos pasajes de Ferry por Tallink Slija por un precio de 80 Euros ida y vuelta para dos personas. Hay otras empresas que hacen el mismo recorrido como Viking Line y Eckerö, que cuestan más y cuyos trayectos duran 3 horas contra 2:30 de los de Tallink, cuyos barcos poseen todas las comodidades. Asimismo, está Linda Line Express, una empresa cuyo costo es sustancialmente más bajo, de 20 a 25 Euros por persona el viaje de ida y vuelta. Decidimos por Tallink por dos razones: la primera era que los horarios nos resultaban más cómodos, y la segunda el tipo de embarcación. Linda Line ofrece embarcaciones más pequeñas que ante más viento de lo habitual o un poco de mal clima, suspende las salidas; incluso lo hace en verano. Las otras empresas, en cambio, utiliza verdaderos cruceros para realizar este trayecto, como así los que van a Estocolmo. El Mar Báltico es muy ventoso, más en Noviembre que es la fecha en cuando nosotros fuimos. Por ello era imprescindible elegir una empresa que nos garantice ida y vuelta ya que al otro día tomábamos ya nuestro tren a Rovaniemi.

    Zona de Embarque en el West Harbour de Helsinki.

    La mañana del viaje fuimos en UBER hasta el West Harbour de Helsinki, un puerto un poco más alejado del centro. El UBER por la mañana costó unos 9 Euros, pero a nuestro regreso a la noche, por esas cosas de la demanda de un ferry recién arribado, el mismo trayecto costaba 30 euros. Por lo que en el regreso decidimos tomar transporte público, una travesía relatada aquí.

    A nosotros nos tocó el Tallink Megastar, tanto a la ida como a la vuelta. Por dentro tiene muchos lugares para sentarse, desde mesas con sillas, pasando por confortables sillones, e incluso restaurantes, bares y patio de comida, que incluye entre otras cosas a Burger King y Cafés de Starbucks. Asimismo incluso ofrece un sector con PlayStation para que jueguen los menores (lo que nadie respetaba) y máquinas tragamonedas.

    Alcohol, alcohol y más alcohol

    Pero lo más llamativo es su enorme tienda de Duty Free con una enorme variedad de bebidas alcohólicas, que constituyen el objetivo primordial de los finlandeses. A excepción de cervezas de hasta 3,5% de graduación alcohólica, todas las demás bebidas alcohólicas en Finlandia, sólo pueden ser compradas en las tiendas del Estado llamadas Alko. Estas tiendas representan un gran obstáculo por varias razones: primero que nada abren muy pocas horas y permanecen cerradas casi todo el fin de semana, hay pocas cajas abiertas por lo que las filas son interminables y los precios son exhorbitantes. Como obstáculo cumple bastante bien su función. Pero hecha la ley, hecha la trampa…

    A partir de la severidad de las restricciones y los elevados costos, es que los Helsinguinos cruzan a Estonia por el día y adquieren obscenas cantidades de bebidas alcohólicas de todo tipo por una fracción de lo que pagarían en Finlandia en la tienda del Ferry. Por ejemplo: un pack de 24 latas de 355 ml de cerveza Carlsberg costaba en el Ferry unos 16 Euros, mientras que cada lata en Helsinki se conseguía a un valor de casi 2 euros, es decir 48 euros por las 24: el triple de su valor. Y hablo solo de cervezas, me imagino que la diferencia de precios en vinos y las muy populares bebidas blancas por aquellos lares, hacen que el pasaje se amortice en un par de compras.

    Sector con PlayStation para que jueguen los menores de 16 años.

    Párrafo aparte el regreso: a pesar de tratarse de un barco de gigantescas dimensiones, el trayecto fue de lo más agitado. Llamaba la atención como todas las góndolas de las tiendas estaban envueltas en papel film para evitar que los productos se cayeran por los importantes movimientos del barco. Por esas razones recomiendo, si vas a tomar estos ferries, que lleves algo para las náuseas.

    Regresando a Helsinki con dos souvenires de Estonia: un diccionario Estonio-Español para la colección y una cerveza de A. Le Coq, la marca estonia más importante.

    Un viaje que bien valió la pena, en el que nosotros también aprovechamos y compramos nuestro pack de Carlsberg y que nos permitió hacer un viaje por un día a una ciudad muy bella, que describiré en futuro post, y que aún no entiendo, cómo todavía es pasada por alto por el turismo masivo.