Es un dilema y polémica que divide a los viajeros: hacer o no excursiones. Mas allá de los precios, muchos sienten que las clásicas excursiones no se diferencia mucho de ser arreado como ganado, lo que no es siempre cierto. De todas maneras, hay situaciones en las que una excursión es casi inevitable, y en otras, en la cual es más bien prescindible. Analicemos cuando conviene entonces tomar una excursión:
1- Optimización del Tiempo en Viajes Cortos

Si hablamos de un viaje de apenas un par de días, quizás una excursión de medio día te provea de una visión general de lugares que quizás por tu cuenta no irías. Ya sea un City Tour, una excursión específica o alguna que te lleve más lejos de la ciudad, en ese caso serviría para optimizar el tiempo. por ejemplo, en mi caso, cuando fuimos a Munich, tuvimos apenas dos días en la capital de la Baviera, y para mi era imprescindible ir al Castillo de Neuchwanstein. Por ende terminamos contratamos una excursión, que nos llevó a la mañana del segundo día y nos devolvió a la tarde, justo a tiempo para tomar nuestro tren nocturno. En este caso, nos sirvió para optimizar nuestro tiempo.
2- Si nos movemos a pie

No todos los viajeros alquilamos autos. En nuestro caso, por ejemplo, ninguno de los dos maneja, por lo que somos rehenes de los transportes públicos y demás. Si estás en auto, hay muchas ciudades que quizás en un mismo día puedas ir y bajarte un rato en cada una y optimizar así tu tiempo. En el caso de quienes no conducimos, carecemos de la libertad para hacerlo, y si pretendemos hacerlo vía tren o bus, no solo nos va a salir caro sino que no nos va a alcanzar el tiempo. Nuevamente usándonos a nosotros como ejemplo, en ocasión de visitar Florencia hicimos una hermosa excursión por la Toscana, que incluyó Pisa, San Gimignano y Siena, almorzando en una olivícola. En auto esos lugares son factibles de recorrer en un día, pero en transporte público es más difícil e incómodo. El precio quizás hubiese sido similar pero la duración quizás no hubiese sido de un solo día.
3- Carencia de transporte público

Islandia y las Islas Lofoten en Noruega son dos paraísos cuyo mayor atractivo reside en su naturaleza, pero a la cual es muy difícil de acceder si no conducís. Esta característica, sumada al hecho de que ambos lugares carecen de trenes y los autobuses son caros y no tan frecuentes, hacen imprescindible el uso de excursiones para conocer estos lugares. De hecho, en Islandia, un país por demás caro, las excursiones típicas como el Círculo Dorado o el Sur, tienen precios bastante razonables si comparamos con los altísimos precios de todo en Reikiavik. En las Islas Lofoten, sin embargo, las excursiones van a ser caras, pero inevitables. Es un pecado casi imperdonable llegar a estas impresionantes islas y quedarse solo en Svolvaer. Si tenés planeado ir allí, ingeniátelas y saca dinero de donde sea, pero una excursión alrededor de las islas tenés que hacer.
4- Inseguridad

Lamentablemente hay lugares de gran belleza y relevancia turística que no son de lo más seguros para recorrer por cuenta propia. Ya sea la impresionante Egipto o la otrora capital balnearia mundial de Acapulco, son destinos dignos de ser recorridos pero que quizás sea mejor hacerlo en excursiones que te lleven por los lugares más seguros que te garanticen el poder disfrutar de la belleza de estos lugares sin temer por tu seguridad o lo que te pueda llegar a pasar.
5- El Deseo De Conocer Más

Hay muchos lugares o atracciones que podemos hacer por nuestra cuenta, pero si sos el tipo de persona que le gusta conocer más sobre la historia del lugar, anécdotas, o que te expliquen sobre la importancia de ciertas obras de un gran museo, una guía es ideal para vos. Es innegable que hay muy buenos guías que pueden enriquecer tu experiencia con sus conocimientos, y dependiendo el tipo de turista que seas, un guía bien puede ser lo indicado para vos.
6- Viajes de Último Momento

Muchos atracciones o sitios arqueológicos tienen cupos limitados de ingresos por día, tal como el caso del Macchu Picchu o la Alhambra en Granada. Si por alguna razón no hiciste la reserva con anticipación o el viaje fue planeado con poco tiempo de antelación, no te va a quedar otra solución que recurrir a una Agencia que te venda excursiones con el ingreso incluido, claro está, a precios mucho más altos. En algunos casos, como la Alhambra, podés arriesgarte a comprar alguna de las entradas que se venden in situ en el día de tu visita, pero existe también la posibilidad de que te quedes sin nada.
7- Paradas Intermedias

Muchas de estas excursiones tienen la ventaja que en vez de simplemente llevarte al lugar que tanto te atrae, hacen paradas intermedias que te permitirán descubrir lugares que no tenías planeado conocer y que te pueden llegar a enamorar. Por ejemplo, ir al Santuario de Fátima en Portugal desde Lisboa son dos horas de bus a la ida y a la vuelta más unas 2 horas en Fátima; lo que sumado a 1 hora al menos de ir y volver hasta la estación de buses, totalizarías unas 8 horas. Misma cantidad de horas que te valdría un tour que te busque por tu hotel, te lleve a Fátima donde permanezcas unos 90 minutos pero a la vez te permita conocer Nazaré y sus olas gigantes, el Monasterio de Batalha y la ciudad medieval de Óbidos.
8- Bolsillo y Planificación

Las excursiones no son baratas pero muchas veces no son mucho más caras que los transportes punto a punto. De todas maneras lo económico es un factor innegable cuando viajamos. Y en el contexto de un país con una imprevisibilidad cambiaria como el nuestro, la idea de precontratar (congelando el precio) una excursión que te incluya comida, ingresos o algún tipo de experiencia que posteriormente sea prohibitiva, puede resultar una muy buena idea que te brinde comfort y a la vez te permita ahorrarte unos pesos. En nuestro caso, si bien se trata de un hotel y no una excursión, nos sucedió cuando con un dolar a 20 pesos contratamos los hoteles Clarion en tromso y Trondheim, en Noruega, que poseen cena incluida. Cuando viajamos hacia allí con un dólar a 40, esas cenas representaron un alivio económico importante.
9- Fenómenos Climáticos

Todo el mundo desea ver una Aurora Boreal, y para ello, una excursión quizás sea necesaria. Las Auroras, tal como explico en este post, no siempre son tan fuertes que las ves desde la ciudad. De hecho, muchas veces tenés que alejarte de las mismas para evitar la contaminación lumínica y poder verlas. En nuestro caso, en Rovaniemi, tomamos una excursión que nos llevó a las afueras de la ciudad, donde terminamos sentados en lo alto de una colina en total oscuridad a las 12 de la noche para poder verlas. Si no hubiésemos tomado la excursión, no hubiésemos podido ver esas luces del norte con esa nitidez e intensidad.
Conclusión:
No siempre las excursiones son innecesarias y de ninguna manera son un síntoma de ser un viajero inexperimentado. La verdad es que en muchas ocasiones nos sirven para aprender más del lugar, optimizar nuestro tiempo, conseguir el ingreso que sino sería imposible de obtener, poder apreciar un fenómeno que soñaste durante tu vida, o simplemente, para estar más seguro. Las hay para todos los gustos, pero lo que es cierto, es que los tours existen por una demanda que crece, y que claramente, satisface las necesidades de muchos viajeros.