Allá por mediados de 2016, cuando comencé a planear mi viaje por las capitales escandinavas más San Petersburgo, la bellísima ciudad de Bergen era un imprescindible, y gran parte de ello era por mi admiración hacia el más grande compositor noruego, Edvarg Grieg. En ese sentido, unas de las mañanas que permanecimos en Bergen la usamos para ir a Troldhaugen, la preciosa casa museo del genio noruego, ubicada en las afueras de la ciudad, y que resultó un paseo por demás precioso.
¿Cómo Llegar?
Llegar a Troldhaugen es bastante simple. Sólo hay que tomar el Tram o Light Rail en la ciudad en dirección a Bergen Lufthavn (Aeropuerto de Bergen) y descender en la estación Hop. Desde allí, te espera una bonita caminata de aproximadamente 20 minutos por una tranquila zona residencial, siguiendo las señalizaciones hacia Troldhaugen. Para comprar el billete tenés tres opciones:
La primera, es comprar el billete a bordo del light rail.En ese caso, el precio del viaje va a ser de 60 NOK (6,40 USD) para adultos y 30 NOK (3,20 USD) para niños.
Máquina para comprar tickets para el Tram en Bergen, Noruega.
La segunda opción es comprarlo en las máquinas que se encuentran en las mismas paradas del Tram. Si comprás allí, el precio va a ser de 38 NOK (4 USD) para adultos y 19 NOK (2 USD) para los niños.
Durante la temporada de verano, desde el 1 de Mayo a 30 de Septiembre, el museo abre todos los días de 9 a 18 hs, mientras que desde el 1 de Octubre al 30 de Abril, el horario de apertura es de 10 a 16 hs. El precio de la entrada es de 130 NOK (13,90 USD) para adultos, 65 NOK (6,95 USD) para estudiantes o poseedores de la Bergen Card, y es gratuito para todos los menores de 18 años.´
Asimismo, si viajás entre el 1 de Mayo y el 11 de Octubre, podés asistir a los Lunchtime Concerts, en los cuales diversos pianistas ofrecen conciertos a la hora del almuerzo en la sala Troldsale, que posee una hermosa vista hacia la pequeña cabaña donde el genio noruego solía componer. Los pianistas tocarán siempre repertorio del artista noruego. Si querés asistir a estos conciertos, tendrás que pagar 180 NOK en vez de los 130 NOK de la entrada común, 130 en vez de 65 los estudiantes y poseedores de la Bergen Card, y 50 NOK los menores de 16 años. Si querés concoer el listado de los pianistas que actuarán durante 2020, podés hacerlo en este enlace.
¿Quién es Edvard Grieg?
Edvard Grieg nació en Bergen en 1843, y es uno de los grandes exponentes del Nacionalismo musical, y un compositor popular en la era del romanticismo. Su Concierto de Piano en A Menor es una de sus piezas más célebres, junto a la música incidental del drama Peer Gynt, del escritor también noruego Henrik Ibsen, la Suite Hollberg y las Piezas Líricas. Precisamente, las Piezas Líricas entre gozaron de gran popularidad en el siglo XIX entre las jóvenes de clases acomodadas que aprendían a tocar el piano como parte de su educación. De hecho, las Piezas Líricas constituyeron la mayor parte de sus ingresos. Edvard Grieg fue amigo de los compositores de su época, tal como Tchaikovsky, Brahms, Liszt o Saint Saens, y ejerció una gran influencia en compositores de la talla de Bela Bartok, Maurice Ravel o Claude Debussy.
Troldhaugen fue la residencia donde pasó una gran parte de la segunda mitad de su vida hasta su muerte, y donde está enterrado entre las rocas junto a su esposa Nina, y esa pequeña casilla roja frente al agua, fue su cabaña de composición donde gran parte de sus obras fueron creadas.
Troldhaugen, La Casa
Cuando llegás a Troldhaugen, primero hay que ir a la recepción que se encuentra en el mismo edificio donde se halla el museo, sala de conciertos, confitería y gift shop. Al arribar y pagar las entradas, una mujer nos llevó a la casa y la abrió para nosotros. Como dato anecdótico, recuerdo el nudo en la garganta al saber que iba a ingresar a la casa donde había vivido el creador de la banda de sonido de mi vida.
La casa en sí es preciosa, conserva el piano original de la casa que se usa para conciertos que se brindan dentro de la misma. Recopilé en mi mente muchas imágenes inolvidables y durante mi recorrido muchas sensaciones me invadieron.
Posteriormente nos dirigimos hacia la casilla roja, la cual se encuentra cerrada y sólo se puede observar para adentro a través de la ventana en la puerta, y del ventanal que da al mar (la vista desde toda la propiedad es maravillosa). Increíble poder estar en el mismísimo lugar donde la gran parte de las obras que me acompañaron durante tanto tiempo, fueron creadas.
Finalmente, llegamos a una pared de piedra, donde Edvard Grieg y su esposa Nina pidieron ser enterrados.
Conclusión:
Es una hermosa actividad si tenés un par de días en Bergen. Independientemente de mi admiración, es un lugar hermoso y significativo, puesto que se trata del nativo de Bergen más célebre de todos los tiempos, y uno de los compositores más importantes del siglo XIX. La casa y museo están emplazados en un entorno idílico, y si tenés ganas de un concierto en una sala con acústica perfecta y vistas inigualables, no te podés perder entonces esta visita.
Estocolmo es una ciudad bella, llena de puentes que conectan la gran cantidad de islas que conectan a la que muchos denominan una de las más hermosas capitales del mundo. Recorrerla entera es titánico, pero afortunadamente escuché los consejos del Conserje del Nordic C, el hotel donde me alojé en la capital sueca, y tomé el tour en barco por los ríos de la ciudad denominado Under The Bridges, y qué es realizado por la reconocida empresa Stromma.
El Tour:
Strömkajen, la Terminal de Ferries en pleno Centro de Estocolmo.
El tour sale todos los días desde la Terminal de FerriesStromkajen, el puerto desde donde salen todos los tours de Stromma y otras compañías. Se encuentra convenientemente cerca de lo que podemos denominar el centro de la ciudad, y apenas a un puente de distancia del distrito más famoso y turístico de Estocolmo: el Gamla Stan.
El precio de la Excursión es de 288 Coronas Suecas (unos 29 USD) si las comprás en este enlace de la página de Stromma. Se trata de una excursión que funciona sólo desde principios de Abril hasta principios de Noviembre, porque en el crudo invierno escandinavo, las aguas de los canales se congelan.
La excursión dura 2 horas y 15 minutos, y sus horarios, varían según las fechas, tal cómo se puede observar en los cuadros insertados arriba y abajo de este párrafo. Desde fines de abril, el tour puede también abordarse desde Nybroplan, a 6 minutos caminando de Stromkajen. De todas maneras el inicio y final del recorrido es en Stromkajen.
El nombre «Bajo Los Puentes» saca su nombre del hecho en el que se atraviesan 12 puentes que unen las islas que conforman la capital sueca. El tour te llevará a recorrer el centro de Estocolmo, el casco antiguo, el barrio de Södermalm, Lilla y Stora Essingen, la moderna Hammarby Sjöstad y la isla de Djurgården. Asimismo, conectará entre Saltsjön y el lago Mälaren, que separa a la ciudad del Mar Báltico. Estocolmo es una ciudad muy extensa, y esta es una excelente manera de recorrerla.
¿Por qué recomiendo esta excursión?
Mas allá de la evidente belleza de Estocolmo, una cosa que aprendí al recorrer Escandinavia es que gran parte de su atractivo se encuentra en las sutilezas, en observar todos los aspectos de la vida de la ciudad, admirar esas características que hacen de los países nórdicos los referentes en cuanto a calidad de vida y sostenibilidad se trata.
El Gamla Stan es imprescindible, lo mismo que la visita al majestuoso barco Vikingo en el Museo Vasa. Asimismo, el magnífico ayuntamiento de la ciudad es digno de ser recorrido, lo mismo que el palacio de Drottningholm, y si sos fanático de la cultura pop, está el museo de ABBA, o quizás seguir la ruta de Lisbeth Salander en la famosa trilogía de Stieg Larsson. Qué decir de Junibacken y el regreso a la infancia con los cuentos de Astrid Lindgren. Ahora, si lo tuyo es el diseño y la moda, Södermalm es uno de los barrios más «trendys» que existen en el mundo. Todo eso es algo que debés hacer en Estocolmo. Pero lo que te ofrece este tour es diferente.
En este recorrido de 2:15, se puede disfrutar de una audioguía en tu idioma de preferencia, que brinda un gran contenido, que no sólo te dice que es tal o cual cosa, sino que también te cuenta de las características del pueblo sueco y porqué las cosas se hacen como se hacen.
Se abren las compuertas para ingresar al lago Mälaren, que separa a la ciudad del Mar Báltico y que es clave para mantener los niveles de agua de los canales.
No sólo pasarás por barrios elegantes y tendrás hermosas vistas desde los canales de algunos edificios hermosos o construcciones innovadoras, sino que también apreciarás la arquitectura funcional sueca con una audioguía que te explicará las razones por las que es tan importante, conocerás el mecanismo por el cual Estocolmo regula los niveles de agua de los canales, y pasarás por al lado de la planta que reconvierte toda la basura orgánica de la ciudad en energía reutilizable. Todo esto, mientras aprendés de la historia y comprendés la idiosincracia y particular forma de pensar de los habitantes de los países escandinavos.
Las Contras
Una de las grandes desventajas que tiene este tour es que es mucha gente la que lo toma, y los botes están estructurados en dos filas de bancas, una a cada lado, para varias personas cada una, por lo que si querés estar junto al vidrio para sacar fotos tenés que llegar temprano para asegurarte ese lugar. Si sacar fotos no es una prioridad, no va a ser un problema. De todas maneras, existe además la posibilidad de sentarte en la parte trasera al aire libre, lo que viene como anillo al dedo si estás en temperaturas agradables de verano o primavera, pero no tanto si estás en uno de esos fríos días escandinavos, como fue mi caso. Personalmente, estaba sentado en un día de frío moderado, y si bien mis dedos se congelaron mientras sacaba las fotos, lo disfruté mucho. Pero no es para todos.
La otra desventaja es que si no vas provisto de algún snack o bebida, si bien podrás comprar allí dentro lo básico y necesario, te va a costar el doble del valor si lo adquirieses antes de subir en la ciudad. Ir provistos de algún snack o bebida si así lo deseas, es una buena idea.
Conclusión:
Personalmente es una excursión que me gustó mucho, porque mas allá de recorrer la ciudad por sus canales, siento que te brinda un contenido muy interesante que ayuda a entender otros aspectos de la mentalidad e idiosincracia sueca, que constituyen, a mi parecer, una gran parte del encanto de viajar a Escandinavia; No es una excursión económica, lo sé, pero nada en Estocolmo lo es. Pero te brinda herramientas para entender Estocolmo, mientras disfrutás de las magníficas vistas de la ciudad que obtendrás al navegar por sus canales.
En 1994, el día que partíamos a Estados Unidos y a una semana a nuestra llegada a Los Angeles, nos despertamos con la noticia del devastador terremoto de Northridge, una ciudad a 30 kilómetros de Los Angeles, que causó 60 muertos en el área y cuantiosos daños materiales estimados en 10 mil millones de dólares. ¿El resultado? Llegamos una semana exacta después a nuestro hotel que presentaba grietas, sentimos algunas réplicas y observamos destrozos varios pero no significativos en la ciudad. Mucho tiene que ver la velocidad estadounidense en recomponer las cosas ante este tipo de catástrofe.
Atentado al Metro de San Petersburgo y Atentado de Estocolmo, 2017
Mensajes en la pared de la Estación de Metro de Estocolmo donde fueron atropelladas las víctimas del atentado de 2017.
Pero no sería hasta 2017 que me tocaría una seguidilla de hechos que precedieron o acompañaron mis viajes. Primeramente, diez días antes de emprender un viaje por San Petersburgo, Helsinki, Estocolmo, Islandia, Oslo, Bergen y Copenhague, sucedieron una serie de atentados que involucraron los hermosos metros de la ciudad de los zares, un atentado con una combi en Estocolmo que atropelló a varias personas, y se desactivó una bomba antes que explote en la capital Noruega. Cuando llegamos a esos lugares, recuerdo haberme emocionado con las velas en la pared de la tienda en Estocolmo donde varias personas perdieron su vida, y observar como la estación de metro de San Petersburgo estaba clausurada tras el horroroso incidente.
Huracán Irma, 2017
Posteriormente, el día que junto a madre, hermana y sobrinos emprendimos viaje a Miami y Orlando, nos enteramos que se comenzaba a formar un súper huracán llamado Irma. Tarde era, nosotros ya estábamos en Santa Cruz de la Sierra, esperando a abordar el vuelo de BOA que nos llevaría a Miami, para tomar allí el vuelo de American Airlines a Orlando. Cuando llegamos al aeropuerto de Miami, los de control de seguridad nos advertían que tomemos recaudos y nos mantengamos al tanto de las noticias porque parecía que Irma se dirigía hacia Orlando. La gente en el aeropuerto estaba consternada porque en ese entonces la previsión era que Irma golpeaba a Miami de lleno en al menos Categoría 4, o incluso 5. Nosotros tomamos nuestro vuelo a Orlando a las 14 hs, y cuando llegamos a Orlando, apenas unos 50 minutos después, nos dimos con la noticias que se habían suspendido los vuelos desde y hacia Miami. Fuimos uno de los últimos vuelos en salir de Miami.
En Orlando nos invadía la ansiedad y temor ante una situación desconocida. De pronto, alternabas parques y outlets con el constante chequeo de la ruta de Irma e idas al super para abastecerte de agua y linternas ante la posibilidad de quedarte sin servicios. Los taxistas estaban en extremo preocupados, mientras en el hotel nos aseguraban que en el hotel íbamos a estar a salvo y nos recordaban lo de las baterías y agua.
Pero todo tiene su lado positivo, por así decirlo: debido a las masivas cancelaciones de vuelos, Disney, Universal y Legoland, los parques elegidos, estaban con muy poca gente. De hecho, ingresamos a todos los juegos de Harry Potter sin siquiera hacer fila, y habremos hecho 15 minutos de fila en los juegos de Avatar. Escena que se repetía en casi todos los juegos de todos los parques. El gran contratiempo que era Irma, al menos nos deparó esta «suerte» en los parques.
El sábado por la tarde, apenas llegados de Universal, ya nos quedamos en el hotel puesto que a partir de las 18 hs regía el toque de queda para prepararse para el huracán que llegaría al otro día. El domingo a la mañana nos levantamos con la noticia que Irma se había ido hacia el oeste y que ya no impactaba a Miami de frente, y asimismo se estimaba, según los modelos que se manejaban, que ya no impactaría a Orlando. Eso no fue así, puesto que a horas de la tarde, tras recorrer una gran parte de la costa oeste de Florida, Irma viró al este e impactó a Orlando como Huracán Categoría 1.
Cuando Irma se aproximaba, comenzaron a llegar, por la televisión y por los celulares, advertencias por tornados que ocurrían en la zona. Ante mi consulta, en recepción me dijeron que en ese caso, lo que debíamos hacer era encerrarnos en el baño, pero ese temor se disipó rápidamente. De todas maneras los vientos se oían cada vez más fuertes, y a eso de las 1 de la mañana del lunes ya, nos fuimos a dormir. Irma llegó a las 3 AM, hora en la que me desperté mientras mis sobrinos dormían, y vi las palmeras del estacionamiento dobladas por la fuerza del viento. Ahí mismo me fui a dormir y cuando me levanté a la mañana siguiente ya todo había pasado. Nunca se nos había cortado la luz ni el agua. Solo nos quedamos sin internet.
Durante todo este período, el hotel estaba completo con gente de la misma Orlando (y otras ciudades de Florida más cercanas a la costa) que se hospedaba en los hoteles que están hechos de hierro y concreto que son más resistentes que sus casas construidas, en mayor parte, en seco, y por ello más insegura para enfrentar este tipo de inclemencias climáticas. Asimismo, en el hotel, ante la imposibilidad de salir del mismo por cuestiones del toque de queda, nos brindaba snacks, frutas, sandwichs y bebidas para paliar esta situación. Nada que reprochar, por lo contrario agradecer a la actitud del staff durante este suceso.
Si recuerdo la particular «belleza» de la solidaridad de la gente ante una amenaza que afactaba a todos. El «Be Safe» (Estate a Salvo) de las cajeras del Walmart cuando comprabas los insumos de abastecimiento, o salía de los labios de un vendedor, taxista o quién fuere, otorgaba un poético bálsamo a una incertidumbre que por momentos agobiaba. Un viaje que siguió al llegar a un Miami bastante afectado por Irma. Nuestro hotel ubicado en la Collins Avenue, al que yo había enviado una cantidad considerable de compras de Amazon, había estado cerrado hasta 2 días antes de nuestro arribo. Mis compras estaban todas en el hotel, ni siquiera Irma había podido frenar a Jeff Bezos y su incomparable capacidad para hacernos consumir de más.
Pruebas de Misiles Norcoreanos, 2017
Finalmente, regresé a fines de septiembre, a apenas un mes de emprender nuestro soñado viaje por Japón y Corea del Sur. Una previa angustiante porque las pruebas de los misiles norcoreanos se intensificaban (incluso uno de ellos sobrevoló la isla de Hokkaido en Japón) y por estos lares se hablaba mucho de la escalada y la posibilidad de una guerra entre las dos Coreas. De hecho, Donald Trump visitaba Seúl el día de mi llegada a la capital surcoreana, en medio de un clima de muchísima tensión. Varias veces dudé sobre si cancelar o no el viaje, y llegué a estar muy cerca.
¿Cómo resultaron los viajes?
Todos los viajes quedaron en mi recuerdo como experiencias muy positivas y no fueron marcados en mi memoria por estos incidentes. En el caso de Los Ángeles, llegamos una semana después, y la verdad que más allá de algunas grietas en las paredes, no notamos demasiado en la ciudad de Los Angeles, o no al extremo de afectarnos en nuestra estadía. Quizás en otras zonas el impacto haya sido mayor, pero nosotros no vimos mucho.
Homenaje a víctima del atentado de San Petersburgo en 2017.
Respecto a los atentados en San Petersburgo y Estocolmo, estos ya habían ocurrido y la posibilidad de que se repitan no parecían altas precisamente. Distinto es lo de Irma que nos enteramos sobre la marcha, pero este inconveniente tuvo sus dosis de suerte: logramos tomar uno de los últimos vuelos que salieron del Aeropuerto de Miami, y los juegos más populares de los parques los pudimos disfrutar más de una vez por la poca cantidad de gente en ellos. Irma no afectó en nada nuestro disfrute, fue sin dudas un inconveniente, pero que en nuestro caso sumó como anécdota.
Finalmente, respecto a lo de Corea y Japón, pregunté en Quora y en cuanto foro existía sobre si era seguro ir o no, y la gran mayoría de los surcoreanos minimizaron el riesgo. Quizás porque están acostumbrados a vivir bajo esa tensión, o porque consideran que lo de Corea del Norte no es más que una amenaza de difícil concreción. Al menos eso se desprendía de hablar con la gente en Seúl que parecían no tomar de forma dramática la situación.
¿Qué hacer si tengo viaje planeado a China o Asia?
No soy quién para decirte qué hacer, pero aquí va lo que pienso yo al respecto:
– Si tenés viaje a China para dentro de poco tiempo, probablemente la aerolínea que uses lo va a cancelar por vos. De todas maneras, si tu vuelo no se cancela, quedará a tu criterio, pero recordá que contrario a todas las medidas ya esgrimidas, la OMS (Organización Mundial de Salud) declaró que no viajar a China es un error. No, no estoy diciendo que aproveches una oferta, saques un pasaje y viajes ya, pero si es imperioso que lo hagas, es también real que la posibilidad de contagiarse de Coronavirus si llegás a China no es inequívoco.
– Ahora, si tu viaje es para mitad de año, darte un margen para esperar que sucede es lo prudencial. Nadie sabía que este virus existía, y de la misma manera, nadie sabe cuándo o si se va a controlar la situación. No tenemos idea que va a pasar mañana, menos lo vamos a saber en Junio o Julio. No sabemos si la situación se controlará o no, y cuando las aerolíneas volverán a volar a dicho país.
– En cambio, si tu viaje es por Asia, es verdad que hay casos, pero hasta el momento son pocos y específicos de ciudadanos chinos, por lo que las medidas tendientes a impedir la entrada de ciudadanos de ese país como de viajar al gigante asiático deberían brindar tranquilidad al respecto. No me preocuparía en este caso.
– Mantenete informado pero no sobreinformes. Como periodista que soy, sé que los medios tienden a sobredimensionar las cosas (y por ignorancia o por necesidad de captar audiencia, se llenan los vacíos con informaciones erróneas y alarmistas), y mucho más cuando es a la distancia. Cuando estaba en Orlando entrando a los juegos de Harry Potter en Universal, quienes estaban en Salta pensaban que estaba acuartelado a la espera de Irma. Sé prudente y tratá de discernir que es real y que es una exageración. Hay mucha fake news dando vuelta que te puede llevar a un estado de paranoia quizás injustificado.
– Si tu vuelo no se canceló y no estás seguro de ir, fijate las condiciones de cancelación y reembolso de los pasajes y hoteles. Cómo es una situación tan atípica, fijate si te reembolsan sin penalidad o bien, te bonifican el cambio de fecha. Averiguá todo antes de decidir.
– Finalmente, en caso que viajes para Oriente, informate sobre los protocolos de prevención que se están siguiendo por los lugares que visitás, que seguramente consistirán en una higiene intensa y uso de barbijos en determinadas situaciones, y (no solamente porque viajes a esos países), chequeá la cobertura de tu seguro de viajes, y si no tenés uno, por favor adquirí uno antes de salir hacia allí.
Conclusión:
No te apresures ni entres en pánico ni paranoia. Es una decisión importante y por tanto, lo recomendable es que te tomes tu tiempo y analices todo, desde lo económico hasta cuales sentís son los verdaderos riesgos. No te alarmes más de lo necesario, informate pero dosificá lo que te llega y separá lo razonable de lo ilógico; evaluá si tenés margen para esperar o no como evoluciona la situación, y hacé siempre lo que te deje más tranquilo/a. Es una situación atípica, lo sé, y si te dejan obtener el reembolso o bien te bonifican el cambio de fecha, quizás sea solo una cuestión de paciencia y esperar por otra oportunidad. Bien dice el dicho, «no hay mal que dure cien años».
En el caso de España, los destinos en oferta varían según el aeropuerto de partida, siendo los más beneficiados los aeropuertos de Alicante y Málaga. Los destinos en oferta son los siguientes:
Dependiendo el aeropuerto de salida, los destinos son de los mas variados. Para comprobar la promoción, simulamos dos vuelos desde Barcelona El Prat, el primero de ellos hacia la siempre hermosa Budapest, y esto es lo que nos ofreció:
Efectivamente encontramos pasajes por ese precio en Tarifa Value, que solo permite 1 bolso pequeño de equipaje. Similar caso cuando simulamos el vuelo a Estocolmo, la espléndida capital sueca, como se observa a continuación.
Conclusión:
No es la mejor promo de RyanAir, pues es cierto que se han visto precios más bajos, pero no deja de ser una oportunidad si estás viajando en estos meses a Europa y te faltó emitir algún tramo. Yo solo cité los vuelos existentes desde España, pero entrando a las páginas de RyanAir de cada uno de los países donde llega la línea aérea, descubrirás la totalidad de los destinos abarcados por la promoción, y quien te dice, encontrás alguno que te sirva. Qué Mejor Manera de Recibir el 2020 que Emitiendo un Vuelo.
Kiruna fue un punto alto y emotivo en nuestra travesía por la Laponia.Su carácter efímero, de pronta a mudarse y desaparecer, la hacía interesante y exótica, y la fealdad de la mina de hierro que era el corazón y castigo de la ciudad, aportaba un gris dramatismo que no entorpecía la belleza. Nada disfrutaba más que perderme por las calles entre las casas frente a la mina, esas mismas casas prontas a desaparecer. Y si algo me fascinó durante mi travesía por la Laponia sueca fueron las ventanas decoradas. Sí, esas ventanas tenían todo tipo de decoraciones que comunicaban algo, unas ventanas que hablaban.
Recuerdo que de viaje por Islandia nos encontramos con una mexicana que vivía en Reikiavik, exótico destino hacia donde partió para acompañar a su novio (resulta que su novio tiene un hijo con una colombiana que se fue a vivir a Islandia, entonces, él, para estar cerca de su hijo, se mudó a Reikiavik acompañado de su novia, que es la chica en cuestión). Esta joven originaria de algún lugar del bello México que hoy no recuerdo, contaba que la noche invernal de Islandia que dura unos 3 meses aproximadamente, no es depresiva en lo absoluto, puesto que todos se encargan de compartir a través de sus ventanas sus vidas en algún punto.
Las inclemencias climáticas por esos lares son tremendas: en Kiruna las temperaturas bajan hasta -35 en invierno, y eso, sumado a los vientos, tormentas de nieve y falta de luz, motiva que los habitantes atraviesen la mayor parte de sus vidas dentro de sus casas. Quizás, en algún punto, las ventanas sirven para comunicarse de una casa a la otra. La falta de cortinas se explica en la necesidad de recibir algo de luz y contactarse con el exterior para mitigar la sensación de encierro.
Imagino yo, en una descarada suposición, que la gente interactúa con los vecinos e intrépidos transeúntes desde las ventanas. Esas ventanas que son el espejo de la casa, a través de las cuales se puede observar que la vida fluye, aún a pesar de un clima inmisericorde, que la vida sólo se traslada a puertas adentro, pero que, de alguna manera, en el ojo del que mira, no en rol voyeurista, sigue estando un poco en el exterior.
Suposiciones aparte, estas ventanas hablan, no son apenas aberturas de vidrio con una cortina. Tienen diseños intrincados, con figuras, plantas, decoradas de una manera consciente y planificadas, ventanas que dicen algo al que las ve, ventanas hechas para ser observadas, no para ocultar lo que hay dentro.
Estas ventanas las había visto en todo el camino desde Haparanda Tornio en la frontera con Finlandia hasta llegar a Kiruna, y me llamaba la atención cómo desde el bus se podía, aún en medio de la profunda oscuridad de la noche, observar perfectanente lo que sucedía puertas adentro. Ventanas que hablaban, que comunicaban, que no tenían intención alguna de ocultar, sino todo lo contrario, tenían por objeto compartir lo que dentro sucedía para de alguna manera, a través de lo que sucede en las distintas ventanas, formar un tipo de entramado social, abstracto quizás y que solo existe en los ojos de quien observa.
Un atípico medio de comunicación cuyo éxito recae en la sutileza del silencio tan típico de Escandinavia, en la que el mensaje que se envía se comprende en base al diseño, selección de objetos y la vida insonora que se aprecia a través de las ventanas.
Vidriera de local en Kiruna de venta de artefactos de iluminación y demás accesorios para decoración de ventanas.
Un silencio que muchas veces es lo justo y necesario para comunicar. Existe en nuestro mundo actual una necesidad de llenar todos los vacíos sonoros con, muchas veces, frases o palabras más vacías que la próxima carencia de sonido. El silencio no tiene que ser incómodo, aún cuando se trata de un silencio de a dos o tres; no hay siempre que hablar, no hay que intentar llenar esa carencia con ruidos solo por evitar el silencio. Quizás a través de esa ausencia de sonidos innecesarios, estamos transmitiendo sin darnos cuenta. Un amigo o pareja con quién podés estar un rato en silencio sin que se vuelva incómodo, es alguien a quien te une un vínculo de confianza y entrega más profundo, tan es así que no necesitás expresarlo en palabras para que ambos lo sepan. El mismo silencio que acompañó todo el recorrido por la Laponia, un silencio a veces ensordecedor, otras veces íntimo, nunca extraño, sino más bien normal. Quizás el barullo es lo natural en Bangkok, pues aquí la norma es el silencio y aislamiento. Una normalidad que disfruté en demasía para escapar del ruido que rodeaba a mi vida antes de partir, un silencio que, lejos de incomodar, mi previa y ruidosa alienación citadina se encargó de balsamar.
El blanco se confundía con el horizonte. Del otro lado del lago congelado, se vislumbraba nítidamente una iglesia de madera, una de esas Iglesias construidas por los colonizadores para convertir a los Samis o Lapones al cristianismo, lo que sucedería en un largo período de 200 años que dejaría, entre otras cosas, un colorido sincretismo en el arte. El blanco era inmenso, eterno, pero tan solitario e íntimo que subyugaba, conmovía. Nos sentamos un largo rato al borde del lago congelado, para observar el monótono y minimalista paisaje del frío lapón.
Llegamos al lago ingresando, sin saberlo, en propiedad privada. Los Samis construyen varias casas en un terreno común. No todos usan las Lavvuu, sus conocidas carpas de forma cónica. En la pequeña Jukkasjärvi, muchos ya dejaron su carácter nómade, pero mantienen la costumbre de vivir cerca en un mismo pedazo de tierra, pero cada uno con su casa y su granero. Nosotros, convencidos que el espacio entre las viviendas del era una calle, ingresamos hasta las orillas del lago congelado para maravillarnos con la belleza del blanco, tan fría pero no por eso menos conmovedora. Y mientras disfrutábamos del silencio y la paz de la soledad, algún que otro local nos observaba. Y allí fue que nos dimos cuenta. Nunca nos dijeron nada, ni nos pidieron que nos retirásemos. No debemos ser los primeros en haberlo hecho.
Fue entonces que caminamos hacia la Iglesia de Jukkasjärvi, una pequeña construcción de madera cuya decoración interna soprendió con los colores vivos y esa simpleza de líneas tan propia de los pueblos nórdicos. Simple, humilde pero elegante a la vez, quizás parte de la esencia del diseño escandinavo que aquí se enriquecía con los colores de la cultura Sami, que se notaban sobretodo en el fresco del altar, donde en el centro se encontraba la imagen de Jesús de Escandinavia.
El Necesario Silencio
Más allá de creencias, siempre hallé las iglesias en lugares remotos como un lugar de introspección y paz. De más está decir que éramos los únicos caminando por el pueblo y en la iglesia. Me costaba imaginar la vida en ese contexto de soledad tan profunda pero en esta ocasión lo disfrutaba. La introspección es necesaria ante el barullo de nuestra vida «civilizada», pues tal es el ruido del afuera que frecuentemente olvidamos quién somos, porqué hacemos lo que hacemos y terminamos siendo lo que los demás dicen que debemos ser, consumiendo aquello que nos dicen que debemos consumir para pertenecer y viviendo el caos que como mandato seguimos, a fin solo de sentirnos productivos para quien sabe quién. El silencio es imperioso para reconectarnos con el niño que no debemos dejar de ser; el niño que disfruta, que goza y sufre, esa pureza de ser que no quiero jamás perder.
En un mundo tan ruidoso, tan contaminado de órdenes y mandatos de otros que ni siquiera conocemos porque en realidad es un concepto tan abstracto, nos olvidamos de la relación más importante y concreta en nuestras vidas: la que mantenemos día a día con nosotros mismos, y nos dejamos de escuchar para conformar a otros y dejar nuestros deseos de lado y descender en nuestra propia lista de prioridades. El níveo silencio de la Laponia que observaba a través de las ventanas de la iglesia, ayudaba a una vez más darme cuenta lo vitalmente necesario que es hablar y escucharse a uno mismo. La Laponia era a esta altura un viaje introspectivo enmarcado en una bella travesía por las tierras del Ártico.
Sami Siida: El Museo Sami
Dejamos atrás el templo, en el cual pedimos los tres deseos correspondientes al hecho de conocer una iglesia nueva, parte creencia y parte superstición, para seguir nuestro íntimo recorrido por la soleada y nevada Jukkasjärvi, en dirección al Sami Siida, un museo al aire libre de la cultura Sami que se encontraba justo al lado, donde ingresamos junto a una pareja de turistas australianos. El museo, cuya entrada por adulto cuesta unas caros 180 Coronas Suecas (unos 18 USD), es simple pero informativo. Se ingresa a través del Café Sapmi, y tras pagar a la joven que atiende el café, gift shop y museo, fuimos a dar una vuelta.
En el museo podemos observar una vivienda nómade típica, observar vestuarios, herramientas y todo tipo de artilugios que ayudan a entender y comprender la vida de los Lapones, pero sin duda el punto alto y razón del costo del precio del ingreso es la interacción con los renos, a quienes se puede alimentar y acariciar. En realidad ellos están detrás de un alambrado, pero la pareja australiana abrió la puerta y se acercaron a acariciarlos. Nosotros seguimos por detrás, con cautela. Permanecimos un rato largo con los renos, hasta que el frío en el cuerpo nos pidió entrar al café, a tomar precisamente un café.
El café Sapmi estaba construido en una gran carpa Sami. En el centro había una gran fogata que servía para mantener caliente el lugar y para calentar el café, tal como es la costumbre del café Sami. Fácilmente uno de los lugares más inolvidables donde tomé café en mi vida. Banquetas de madera recubiertas con pieles y el calor del fuego hacían de esta cafetería algo único. El toque escandinavo en esta cafetería estaba dado que entre las limitadas opciones para comer algo, había opciones para veganos, intolerantes a la lactosa y celíacos. Parece increíble, pero aún en un pueblo en medio del Ártico existe esa variedad.
Tomamos el café en las tazas Sami de madera de abedul, una taza que no es barata, al menos 40 euros si deseás adquirirla, pero si tomamos en cuenta la relación precio durabilidad es una ganga. Dicen que sólo se debe comprar una taza, y que ella te va acompañar toda la vida. Cierto o no, me puso a pensar en algo que me sucede cada vez que voy a un lugar lejano de lo que convencionalmente consideramos civilizado: cuánto de lo que tenemos es realmente necesario, cuanto de lo que creemos que necesitamos realmente es imperioso para nuestras vidas. Recuerdo cuando atravesamos el Altiplano entre Bolivia y Perú o mis días en el hermoso Cormorant Beach House de Isla Isabela en Galápagos, donde yo fui feliz con una heladera vieja, un televisor con antena doblada que lo único que nos dejaba ver era La Rosa de Guadalupe, un aire acondicionado ruidoso y agua apenas caliente, donde con apenas lo necesario forjamos algunas de los mejores recuerdos. Pienso entonces en la taza y digo: ¿cuántas tazas diferentes necesito realmente para tomar café? ¿cuántas cosas de las que tengo realmente necesito para ser feliz? Podrán decirme que soy conformista, que carezco de ambición, que trato de «adobarme» para enfrentar lo que sucede a mi alrededor, pero la verdad es que prefiero todo eso a sufrir de una codicia que lo único que hace es provocar una eterna inconformidad, que es a su vez funcional a un sistema que pide cada vez más de uno y otorga cada vez menos a cambio. Que no se malentienda, hay que trabajar, tener ganas de crecer y tener siempre ansias de superarse, pero por uno mismo, no para los otros.
Luego de recuperar calor corporal en la mágica carpa gigante devenida la cafetería más bella a mis ojos, fuimos hacia los restos restaurados de la antigua ciudad Sami, en un punto medio entre el museo e iglesia y el IceHotel 365, donde gracias a la madera y el blanco de la nieve, toda imagen era de postal. Ninguna foto que pudiese yo sacar podría salir mal, simplemente porque la escena era perfecta. Antiguas escuelas, bares, negocios; todo parado en el tiempo y vacío. Quieto, inerte, en silencio, el pueblo comenzaba a despedirnos, no sin dejar un recuerdo imborrable en nuestra retina y mente en forma de imágenes y emociones muy íntimas. Pasaba Jukkasjärvi, como pasaron tantas otras, pero la sensación es que no es apenas una más.
Mientras esperábamos por el bus que nos llevaría de vuelta a la minera Kiruna, nos dimos cuenta que las bebidas que llevábamos en las mochilas estaban al tiempo, por lo que en ese interín depositamos las mismas en medio de un montículo de nieve y dejamos que la naturaleza haga lo suyo. Para el momento que el bus arribó, las gaseosas estaban heladas, en apenas unos minutos. Y sí, estaba más frío allí que dentro de cualquier heladera.
Nos alejamos entonces de Jukkasjärvi, el pueblo que nos acercó a los renos, a la cultura Sami, que nos maravilló con el arte en hielo; el pueblo donde el silencio era tal que la única voz a escuchar fue la propia, esa ensordecedora quietud que me permitió escuchar nuevamente esa voz que me decía que lo esencial no es material, sino, como lo dice Antoine Saint Exupery, invisible a los ojos. La taza de madera de abedul representa un gran aspecto de mi fascinación por el diseño escandinavo; no sólo es hermosa, significativa (parte importante de la cultura Sami), sino que es liviana y esencialmente funcional. Y quizás esa sea la lección a aprender: que en realidad, no necesitemos tanto, sino pocas cosas con significado y funcionales para lo que verdaderamente deseamos alcanzar, en vez de acarrear o acumular objetos que nos distraen de concentrarnos en lo que verdaderamente importa; el estar vivos, respirando, disfrutando del simple hecho de estar. Recordar yentender, en mi caso, que una imagen en la retina, un aroma en la memoria, un recuerdo que evoque un escalofrío es lo que me lleva a viajar como lo hago. Por un momento me olvidé del tremendo acumulador compulsivo en el que a veces me convierto, y volví a sentirme liviano, sin pesos innecesarios, solo llevando conmigo lo intangible y realmente importante: mis sentidos, capacidad de asombro y mi inagotable deseo de seguir recorriendo este inmenso y heterogéneo lienzo llamado mundo. Pasaba Suecia, llegaba Noruega. Este viaje estaba todavía muy lejos de acabarse…
Mientras armaba posts, simulaba vuelos y trataba de encontrar la mejor opción para ir de Milano Linate al centro de la ciudad y luego a Milan Malpensa para tomar los vuelos planteados en el post de Como Viajar A Maldivas Sin Vender Un Órgano (Parte 1), me di cuenta que al cambiar de aeropuerto tenía que buscar donde dejar las valijas en ese interín para estar cómodo y liviano para recorrer la ciudad. Primeramente pensé en la Consigna de Equipaje de Milano Centrale, pero fue entonces que en Google apareció, entre las opciones, BagBnb, qué de por sí me llamo la atención por el nombre tan parecido a Airbnb.
¿Qué es BagBnb?
Autoproclamados la primera Red de Consigna de Equipaje, BagBnb es una plataforma dedicada precisamente a brindar soluciones en este rubro. En la misma, establecimientos de todo tipo se pueden inscribir y funcionar como depósitos de equipaje. El monto del alquiler es de 5 Euros o 6 Dólares por día (dependiendo de la moneda local, por ejemplo en Argentina es de 300 ARS) y se debe hacer el pago por adelantado.
Lo interesante del servicio es que se trata de establecimiento dispuestos por toda la ciudad en un gran numero de destinos alrededor del mundo. Estos locales donde se dejan los equipajes se los llaman Ángeles. Simplemente, ubicás a través de la aplicación de BagBnb el local más cercano y te dirigís hacia ese Ángel a dejar tu equipaje. O si, como en mi caso, pretendés reservarlo con antelación a tu viaje, lo buscás de acuerdo a una dirección o ubicación, y el sitio te va a ofrecer opciones en las cercanías.
El pago de la consigna de equipaje se hace a través de tarjeta de crédito o PayPal, por lo que el pago incluso lo podés hacer en tu moneda local y se hace de forma anticipada. Asimismo, BagBnb funciona en una vasta red de ciudades en el mundo. Habrá que ver si la que necesitás está incluida.
Los Ángeles de BagBnb
Los Ángeles de BagBnb pueden ser establecimientos de los más diversos: desde establecimientos de Consigna de Equipaje de Aeropuertos, Estaciones de Trenes o Autobuses, pasando por hoteles, bares, restaurantes o bistros, hasta otros más insólitos como tintorerías; todos pueden ser consignas de equipaje. Te registrás en el sitio, y (de alguna manera) BagBnb chequea el lugar y lo habilita.
BagBnb habilita también a sus Ángeles a ofrecer otros servicios extras convenientes, como por ejemplo, imprimir las tarjetas de embarque, un almuerzo por bajo costo, alquiler de bicicletas, etc. Una serie de beneficios que se consultan y pagan en los locales.
¿Cómo Funciona?
El funcionamiento de la web de BagBnb es bastante simple e intuitivo. Primero que nada, crear una cuenta es muy fácil: podés hacerlo a través de tu Facebook, Google, o simplemente a través de tu correo electrónico.
Tras ello, vas a la página inicial y seleccionás el destino donde necesitas usar un servicio de consigna de equipaje. Ahi tipeás la ciudad, el barrio o algún punto de referencia, ya sea una atracción turística (por ejemplo, Torre Eiffel en París o Coliseo Romano en Roma), o una estación de trenes, buses o aeropuerto. En el caso del ejemplo, se buscó en las cercanías de Milano Centrale, la estación central de trenes de Milán.
Automáticamente se despliegan todas las opciones. Seleccionamos la primera de la lista, la más popular según indica el sitio, que en este caso se trata de un hotel.
Una vez seleccionada, te pide las fechas y horario de entrega y retiro del equipaje y número de bultos, que por defecto está en dos. La aplicación, al igual que AirBnb, no brinda la dirección del local hasta después de hecha la reserva y pago.
Asimismo, cada uno de los establecimientos tiene un puntaje de acuerdo a las evaluaciones de los clientes.
Ubicación del Depósito seleccionado en el mapa, sin brindar dirección exacta ni nombre del hotel.
Un detalle a tener en cuenta es que si por alguna razón no podés llegar a retirar el equipaje a la hora estipulada, simplemente te comunicás con el establecimiento para avisar, y solucionado el problema. De todas maneras, un dato al cual hay que estar muy atentos es al horario de apertura y cierre del local. Algunos, como el caso de este hotel, abren las 24 horas; pero hay otros con horarios acotados en los que podés correr el riesgo, sino calculaste bien las horas, de que no lo puedas retirar y se transforme eso en un problema importante.
Una vez seleccionado el servicio, se te mostrarán los datos de la operación y se te redirigirá a la página de pago, donde podrás pagar con tarjeta de crédito o PayPal. Simplemente elegís la opción de pago y listo, tu consiga de equipaje queda confirmada.
Recibirás por mail un confirmación con la dirección y datos del establecimiento, y ya estás listo para dejar tu equipaje en tu próxima escala, recibiendo además el voucher que va a aparecer también en tu cuenta en el sitio, o en la aplicación de tu celular o tablet.
Ventajas de BagBnb
En lo personal hallo muchos beneficios en este servicio. Primero que nada, en ocasiones en las que hay cambio de aeropuerto o de terminales muy distantes entre sí, es muy cómodo dejar el equipaje en un punto intermedio que no te obligue a tener que volver a la Estación A, u hacer que vayas a B a dejarlo y después volver al punto intermedio, haciéndote perder precioso tiempo en una escala.
Asimismo, desde BagBnb aseguran que se trata de un Fast Check In de apenas 3 minutos, que los que usamos Consignas de Equipaje en aeropuertos sabemos que toma muchísimo más. Tiene sentido ya que en el caso puntual de los aeropuertos, la mayor demora es al momento de pagar, y en este caso, al estar prepagado, el trámite debería ser más rápido. Es especialmente beneficioso en el caso de contratar precisamente la consigna de equipaje de Aeropuertos, Terminales de Bus o Trenes, porque nos ahorra tiempo en lugares muy concurridos y usualmente lentos.
Además, en caso de tener check out de nuestro alojamiento temprano y vuelos muy tardíos y no tener la opción de dejar nuestro equipaje en el alojamiento, nos soluciona ese inconveniente para que podamos disfrutar del último día en ese destino sin acarrear con nosotros todo el equipaje.
Asimismo, es una buena opción para por ejemplo, si usás una ciudad de base, y te vas un fin de semana hacia algún destino con un pasaje sin equipaje despachado o bien querés simplemente viajar liviano. En ese caso, a razón de 5 euros por día te podés desprender del peso.
Conclusión:
BagBnb es un servicio que provee una solución necesaria para el viajero contemporáneo, que exprime cada hora posible en conocer una ciudad o explorar los rincones del destino elegido. En teoría, se trata de un servicio simple, rápido y eficiente, que brinda al viajero la solución al depósito del equipaje en escalas largas, viajes internos en medio de nuestro viaje, check out temprano y vuelo tardío. Un servicio que se adecua a las características de los viajes actuales.
Kiruna definitivamente se había ganado mi corazón viajero. Remota, por momentos hermosa, por momentos minera e industrial, pero por sobre todo efímera. La ciudad mas septentrional de la Laponia sueca había rebatido todos los argumentos de sus detractores. En mis ojos, era hasta ahora el punto alto del viaje. Pero la Laponia sueca no se detendría en su afán de sorprenderme.
La mañana siguiente desayunamos en el ventanal frente a la mina de Kiruna, donde me desquité con todos los arenques en distintas salsas y la infaltable pasta de caviar, muy barata y común en los países nórdicos. Siempre mirando hacia la mina, heroína y culpable de todo en Kiruna, la razón por la que existe la ciudad y por la que la ciudad deberá cambiar su forma.
Pasta de Caviar, Scandic Ferrum Hotel, Kiruna, Suecia.
¿Cómo llegar a Jukkasjärvi y IceHotel?
Vista de las calles adyacentes a la Estación de Buses de Kiruna.
En fin, otra tranquila mañana en la Laponia que continuaría, previa preparación de abrigos, cuando saldríamos del Scandic Ferrum Hotel para caminar unas pocas cuadras hacia la estación de buses, donde tomaríamos el bus hacia Jukkasjärvi, un pueblo no muy lejano que alberga el IceHotel 365 (el hotel de hielo que permanece siempre abierto), como así también el hotel de hielo que se inaugura en diciembre y se derrite en abril. Un pueblo Sami, el pueblo aborigen de la Laponia, tan remoto como silencioso. En la Estación de buses de Kiruna tomamos el bus 501 que nos depositó en alrededor de media hora en la inhóspita Jukkasjärvi, más precisamente en la entrada del IceHotel 365. El bus tiene una frecuencia de 6 viajes por día de lunes a viernes y solo 2 los sábados y domingos. Para chequear los horarios y frecuencias, lo mejor es visitar el sitio de laLänstrafiken Norrbotten.
En el interior del hotel hacía mucho frío (la temperatura permanente es de entre -5 y -8 grados centígrados), una gelidez que se olvidaba cuando los ojos se distraían ante tanta belleza. Insisto con el concepto, la belleza del frío esta subestimada, y como prueba de ello, adjunto las fotos.
Listado de Escultores convocados parea las habitaciones del IceHotel 365.
Tanto para este proyecto como para el hotel que existe solo de Diciembre a Abril, se convocan a escultores de todo el mundo para una experiencia sin igual.
Incluso nos cruzamos con un par de turistas de Estados Unidos que entraban sus bolsos unto a las bolsas de dormir térmicas provistas por el hotel para poder dormir en los helados cuartos. Muy interesantes resultan las recomendaciones del hotel, en las que, por ejemplo, aconsejan dormir una noche en las habitaciones frías y combinarla con dos noches en las habitaciones cálidas, o sea, la parte normal del hotel. Sea como fuere, no resultará barato: las habitaciones frías cuestan entre 350 y 880 USD la noche, mientras que as cálidas son notoriamente más baratas, con precios que oscilan entre los 170 y 230 USD. No es precisamente una ganga pero estamos hablando de una experiencia única en un lugar por demás remoto, ubicado 200 kilómetros dentro del círculo polar ártico.
Diviértete. Es Más Tarde De Lo Que Piensas.
Fuete: IT.JAROFQUOTES.COM
Durante nuestro recorrido encontramos escultores y artistas que preparaban habitaciones aún no abiertas al público o huéspedes. Un recorrido que no hizo otra cosa que maravillarnos con la profunda y serena belleza del trabajo de los artistas en el hielo. Probablemente, de mediar los recursos económicos, una noche dormiría en una de las habitaciones, pero me interesan más como una obra de arte conceptual en el que su carácter de efímero destaca por sobre lo demás, un carácter de temporalidad finita que al igual que lo que me sucedió en las Crónicas Laponas Nº 8, donde hablo de la mudanza de Kiruna, la belleza de lo temporal es la belleza de la vida en si misma, la belleza de lo que sucedió en contraposición a la tristeza por lo que terminó.
Pasillo que lleva a las habitaciones del IceHotel 365.
Es que es en la remota Laponia que finalmente comencé a entender que en la vida no hay que llorar por lo que se acabó, sino disfrutar de lo que sucede y sucedió; comprender que no es a la muerte que hay que temer, sino a la propia incapacidad de disfrutar mientras se vive. En la escala de lo posible, elegir el placer sobre el displacer, y elegir una postura en la vida que potencie nuestras alegrías y nos ayude a atravesar de la mejor manera los momentos más oscuros, porque nada es para siempre y el tiempo que pasa no vuelve; y tal como lo dice un proverbio chino que a esta altura es un íntimo mantra (y en el futuro cercano un tatuaje): «Diviértete. Es más tarde de lo que piensas».
Tras una hora de recorrido y unas pequeñas compras en el Gift Shop, dejamos atrás el IceHotel de Jukkasjärvi, erróneamente llamado el IceHotel de Kiruna, con la sensación de haber apreciado una belleza diferente y subyugante. Salimos entonces a caminar por el pueblo Sami de Jukkasjärvi; un recorrido que dejaría todavía más imágenes, aromas y sensaciones imborrables, que harían de nuestros tres días en la Laponia Sueca, tres de las jornadas más inolvidables de nuestras vidas, y que colaborarían para que esta travesía se convirtiese en una de las más icónicas de nuestras experiencias viajeras.
Los pilotos de SAS en Noruega, Suecia y Dinamarca comenzaron hoy un paro, cancelando el 70 % de los vuelos. Los pilotos y la aerolínea escandinava no lograron llegar a un acuerdo en lo referente a salarios y número de horas trabajadas.
La empresa está ofreciendo a los pasajeros afectados la reubicación en el próximo vuelo disponible, reubicación en una fecha más adelante o la cancelación y reembolso del ticket comprado.
Para el reembolso de tu ticket, el vuelo tiene que cumplir una o más de las siguientes características: debe ser operado por SAS, no debe estar cancelado el vuelo, las fechas de salida deben estar comprendidas entre 26 y 29 de abril, el ticket debe comenzar con el número 117, el pasaje fue emitido hasta el 24 de abril inclusive, y comprado directamente con Scandinavian Airlines System en cualquiera de sus plataformas.
Cabe recordar que los vuelos de SAS operados por las subsidiarias regionales tal el caso de la noruega Wideroe, operan con normalidad.
Pasado el mediodía del domingo en Kiruna, tomamos quizás la mejor decisión de toda nuestra travesía por la Laponia: deambular sin rumbo por las calles de Kiruna, en el barrio al frente de la mina de hierro.
La primera impresión fue que ese conjunto de casas de madera y colores, rodeadas de nieve que ofrecían el marco perfecto para su lucimiento, representaba lo que yo esperaba de la Laponia. Esa belleza minimalista de los colores que resaltan sobre un blanco níveo e infinito, aportaban esa belleza característica de los parajes donde el frío era el enemigo hostil pero a la vez el artífice de la belleza; una cualidad que en este caso es tan finita y efímera como la vida misma.
La Belleza de lo Efímero: Kant y El Sentido de la Vida
La sensación era rara mientras observábamos cada una de las casas, puestos que son ellas las que mayor riesgo corren de ser tragadas por el suelo debilitado por las excavaciones mineras, por lo que la empresa minera LKAB, encargada de la mudanza de la ciudad, ya ofreció a sus propietarios la demolición de las mismas y construcción de nuevos hogares a 3 kilómetros de distancia, o la compra de las propiedades al valor de un 125% del valor de mercado para que ellos decidan que hacer con el dinero.
Alguna vez Immanuel Kant dijo que la vida no tendría sentido sin la muerte, ya que ellas y la demostración de lo finito de nuestra existencia nos provee un plazo para que durante nuestra vida nos esforcemos en dejar una huella. Y en Kiruna algo parecido sucede: el saber que todo lo que vemos va a desaparecer, le otorga un significado y belleza extras, porque nada de lo que veamos, literalmente, va a ser igual de aquí a unos 20 años. Aún si tenemos la suerte de regresar, Kiruna va a ser otra ciudad, y donde hoy están las casas, será o una ciudad fantasma o un simple y enorme manto blanco. Por eso es que mi estancia en Kiruna, estuvo constantemente rodeada por el concepto de la belleza de lo efímero: cómo si se tratase de una obra de arte conceptual, la belleza de Kiruna radica en eso, en apreciar que va a finalizar, lo que va a desaparecer, lo que va a morir. Disfrutar lo que tenemos ahora, en este exacto momento de tu vida (no importa cuando leas esto) es lo que realmente importa. Y nuestro presente es un suspiro que se va en un instante, un momento que no vuelve, que se queda como un recuerdo y que deja de existir.
Ese es el estado de Kiruna personal que me lleva a vivir de la manera en que vivo, y a disfrutar de la manera en que lo hago. Endeudándome a veces de más para costear algo que amo de una manera más intensa que es mi aquí y ahora. Mi tiempo en este mundo es mi capital más importante, mucho más que una tarjeta de crédito que me otorgue estatus, un celular último modelo, la pose que indique mayor poder económico o social, la foto con el auto recién sacado de la concesionaria, porque eso es algo que cuando me despida de este mundo quedará aquí e irá al baúl de lo olvidable o a un basurero que destroza la naturaleza que nos brinda las mayores bellezas a disfrutar. La vida se vive, experimenta y vivencia, no se compra. Por más dinero que tengas, cuando te vas, te despedís de igual manera que el que menos tiene; con los mismos arrepentimientos, miedos o paz, llegado cada caso. Siempre pensé así, y tras las operaciones de hace unos meses esa sensación sólo recibió un empujón de la realidad para hacerse más fuerte. Y en este contexto Kantiano, disfruto a Kiruna como la ciudad que va a desaparecer, de la misma manera que intento gozar cada instante en mi vida que al pasar se descuenta de mi haber expresado en unidades de tiempo. Eso es Kiruna, esa es la belleza de lo efímero y finito; el mayor recuerdo que mi viaje por la Laponia dejó en mi alma. Por eso Kiruna estará siempre en el más exclusivo grupo de ciudades favoritas. Por sólo eso y por todo ello.
Todo ello sumado a que viajar ha sido, es y será la fuente de energías renovables que me mantuvo a flote en mis momentos más difíciles como lo expongo en mi editorial de presentación del blog, hacen que el conocer el mundo sea un modo de vida que le da sentido a mi existencia. El vivir tu vida sabiendo que puede terminar en cualquier momento no es necesariamente hacer deportes extremos o saltar de paracaídas todos los días: es disfrutar día a día de los sabores que nos dan felicidad, escuchar las canciones que amamos, leer el libro que te transporte a donde quieras que te lleve, sentarte en una plaza o cerro a meditar o simplemente a observar la gente pasar; desprendernos de los tabúes del esnobismo que nos dicen que es aceptable que te guste y que no y hacernos felices día a día a nosotros mismos y a los que amamos que nos rodean. Vivir tu vida de manera intensa es solo tomar conciencia de lo finita de nuestra vida y de lo tremendamente improbable que es nuestra existencia (la improbabilidad de que el espermatozoide que sos vos haya ganado la carrera entre millones es un indicativo); una vida de que se va acabar no sabemos cuándo, y en la cual cada minuto que pasa es irrecuperable. Es trillado quizás, pero no por eso menos cierto.