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  • Análisis: Recorriendo Europa en ¿AVIÓN, BUS o TREN?

    Análisis: Recorriendo Europa en ¿AVIÓN, BUS o TREN?

    Europa es un continente rico en diversidad, historia y atractivos turísticos. Pero quizás su mayor ventaja comparado a otros destinos y continentes es lo comprimido de su territorio. A menos que realices saltos enormes desde el sur hacia el norte donde los aviones son inevitables, hay demasiadas opciones que se pueden hacer por tierra por costos no muy altos. Para turistas, como los latinoamericanos o argentinos en especial, acostumbrados a largas travesías (por ejemplo, el tramo Salta a Córdoba en Bus que dura 12 horas lo realicé tantas veces que ni recuerdo), los trenes o buses nocturnos o de duración medianamente prolongada, no nos asustan. De todas maneras hay varios factores que van a influir en nuestra elección de medio de transporte en Europa.

    ¿Cuándo es mejor el Avión?

    El avión es irremediable en caso de rutas largas e imposibles o poco recomendables de realizar por tierra. Por ejemplo, si vamos a unir Italia con Noruega de manera directa no hay análisis posible. Es imposible o muy poco recomendable hacer una cantidad obscena de trasbordos para llegar a destinos. Es una cuestión de sentido común.

    Muchos me dirán que las Low Cost que proliferan por Europa son muy baratas en el caso de rutas más cortas fácilmente reemplazables por trenes o buses, pero siempre hay que tener unos cuantos factores a la hora de elegir el avión por sobre el bus o tren.

    No todo lo que brilla es oro…

    Siempre tendemos a hacer una comparativa directa entre las tarifas de los tres medios, y la realidad no es justo hacerla de esa manera. ¿Por qué? Simple, Un avión conlleva el transporte hacia el aeropuerto, usualmente lejos de la ciudad y generalmente más caro. Asimismo, si pagaste una tarifa baja, tenés que contemplar el tema del equipaje y cual es el que tenés permitido y cuanto te sale pagar por despachar o incluso por llevar uno arriba del avión, si es que volás en una aerolínea de modelo Ultra Low Cost. Asimismo hay otro factor que muchas veces la gente no toma en cuenta: el tiempo. Muchos dirán «el avión es más rápido» porque el vuelo en sí es corto, pero generalmente hay que llegar dos horas antes al aeropuerto lo que generalmente lleva 1 hora extra de llegada al aeropuerto aproximadamente, y lo mismo al llegar a destino. Hay que desembarcar y tomar un bus, tren o auto hacia el centro de la ciudad lo que agregará una o dos horas más al trayecto. Por lo que a la duración del vuelo hay que sumarle también 4 o 5 horas de traslados, esperas, controles de seguridad, etc. No todo es tan lineal en estas comparaciones.

    El Tren tiene una ventaja fundamental: las Estaciones estan en pleno centro de la ciudad y están excelentemente conectadas por buses y metros. Yo siempre pienso que al viajar por Europa, muchas veces la ubicación está dictada por la cercanía a la Estación de Tren. Si te guiás por ese tipo de locación del hospedaje, el tren no solo te evita largos y a veces costosos trayectos hacia los aeropuertos sino que además no tenés que estar dos horas antes ni nada: sólo presentarte unos 15 minutos antes para subirte y listo. Además, el equipaje no es un problema, está incluído, y podés llevar a bordo lo que quieras, incluyendo líquidos para mantenerte hidratado. Eso sí, en general es más caro, pero cuando hagas la comparación de precio, hacela completa: compará las tarifas más gastos de traslado en ciudad de salida y destino, gastos de despacho de equipajes y demás extras que se te ocurran. Una botella de agua no te va a salir lo mismo en el super en la ciudad que en el aeropuerto ya en zona de embarque. Ni qué decir si hablamos de otro tipo de bebidas y comidas. Ejemplo práctico de lo que les digo: ¿A quién se le ocurre hoy en día viajar por Avión de París a Londres? Entre los transportes a los aeropuertos, controles de seguridad y vuelo en sí mismo, al menos duplican el trayecto del Eurostar con traslados incluídos, entre ambas capitales europeas.

    Existe otro factor más: en caso de trayectos nocturnos, en el pasaje del tren o bus te ahorrás una noche de alojamiento, que no es un dato menor. En ese caso, por más que vueles a las 4 de la mañana, el alojamiento de esa noche lo vas a tener que pagar, a pesar de haber dormido apenas horas (si es que lograste conciliar el sueño en esas horas). Remarco eso porque los trayectos nocturnos son bastante más caros si elegís dormir en cabinas privadas, pero si hacés el cálculo, quizás no sea tan grande la diferencia. Todo depende del caso particular de cada uno y las tarifas que cada uno encuentre. Y en caso que decidas sacrificar comodidad viajando sentado en asientos, la diferencia va a ser incluso mayor. Pero a decir verdad: dormir dos, tres o cuatro horas, levantarte a las 2 am para tomar el traslado al aeropuerto y salir a las 5 AM no es tan cómodo tampoco.

    Y si se puede gastar aún menos, mejor

    La ventaja de los buses es que a través de Flixbus u otras líneas llegás a encontrar tarifas tan irrisorias que la verdad son difíciles de rechazar. Para uno que viene del interior, tan acostumbrados a movernos en buses, no nos asusta. Trayectos por pocos euros, con equipaje incluído y que te deja en estaciones cercanas al centro, es una opción muy viable si tu bolsillo está muy apretado.

    Además los buses y trenes de día tienen una ventaja innegable: los paisajes escénicos europeos. ¿A quién se le ocurre volar por Suiza? ¿por qué tomarías un vuelo por de Oslo a Bergen en Noruega? En modo turista, digo. En mi caso hice mi versión DIY del famoso Norway in a Nutshell: un recorrido de Oslo a Bergen que incluye paso por paisajes escénicos inolvidables, incluyendo el Flamsbana, un recorrido de tren entre Myrdal y Flam con algunos de los paisajes más deslumbrantes que recuerde, un ferry de Flam a Voss, un bus de Voss a Gudvangen, y finalmente un tren desde Gudvangen a Bergen. Una travesía (sobre la que me referiré en un futuro y específico post) que era tan o más atractiva que la hermosa Bergen, en la costa noruega.

    Conclusión

    Europa es hermosa y vale la pena recorrerla. Las opciones de transporte son variadas y viables. Está claro que si tu trayecto a recorrer equivale a 24 o 36 horas de tren o bus, no se piensa; no hay otra opción que el avión. Ahora, en los demás tipos de trayectos, la posibilidad de recorrer Europa por tierra te permite apreciar paisajes de los paisajes escénicos del viejo continente. El tren es recomendable, sobre todo si se trata de un viaje planificado en base a un Eurail Pass (todo lo que tenés que saber para planear un viaje por tren en Europa te lo cuento aquí), caso en el que las abultadas diferencias con las low cost o aerolíneas en general, se modera. De todas maneras, siempre a la hora de analizar o comparar hay que hacerlo de manera justa: no sólo el precio de las tarifas, sino los costos y duraciones de los traslados e incluso la noche de hotel o alojamiento. Y en caso de decidir por tierra, nunca dejar de lado los buses, porque en muchos casos los paisajes son muy similares a los que podremos observar en tren a una fracción del costo (a modo de ejemplo, aunque en otro continente, aquí escribo sobre mi experiencia en el altiplano Peruano, y como recorrerlo de dos maneras y a dos precios diferentes). De todas maneras, como mencioné anteriormente, todo va a depender de las prioridades, distancias, precios y cuestiones personales, pero siempre que te sea posible, intentá recorrer Europa sobre rieles, porque te aseguro, que es una experiencia que te va a enamorar.

  • Europa en Tren: Consejos Para Una Travesía Perfecta

    Europa en Tren: Consejos Para Una Travesía Perfecta

    Los latinoamericanos en general, y argentinos en particular, cuando cruzamos el charco que nos separa del viejo continente, solemos embarcarnos en travesías generalmente largas que nos permitan conocer la mayor cantidad de países en el menor tiempo posible. Una opción muy extendida a la hora de recorrer el viejo continente, es la de adquirir un pase o abono de tren, una aventura que se adapta a todas las edades pero que tiene sus vericuetos. De todas maneras, viajar por los rieles de Europa es atractivo por muchas razones, pero para que la travesía sea de ensueño, es conveniente tener en cuenta algunos detalles.

    1- Definir Itinerario

    Primero que nada, hay que definir los días que se va a permanecer en Europa. Si tu estadía es corta, es decir hasta dos semanas, quizás no te convenga sacar un Eurail Pass que te permita viajar por todo el continente sino sacar un pase regional, es decir que incluya uno o más países limítrofes, para que puedas conocer más a fondo un área más pequeña y no perder tanto tiempo en traslados de una punta a la otra del continente. Ahora, si gozás de períodos mayores, y mucho mejor de uno o dos meses, sí es aconsejable sacar uno de los pases globales. De todas maneras, mas allá de la libertad de movimiento que te dan estos pases, es conveniente tener una idea bastante clara y definida de lo que se va a recorrer para abaratar costos. El pase generalmente cubre casi cualquier pasaje depende la categoría seleccionada, pero si tomás un tren de categoría superior, un Interurbano, uno de Alta Velocidad o decidís tomarte un tren nocturno y querés dormir en literas o en habitaciones con camas, se te va a cobrar un suplemento. Por eso, es bueno tener calculados esos gastos extras así no te llevás sorpresas a la hora de pagar.

    2- Elegir Tipo De Pase

    Otra cosa a tener en cuenta es elegir entre las numerosas opciones de abonos disponibles para ver cual se adapta a tus necesidades. Podés elegir entre los abonos de días continuos, es decir, 15, 21 o 30 días continuos en los que podés viajar ilimitadamente durante esos períodos de tiempo (ideales para los más jóvenes que pretenden recorrer), o los de un número definido de tramos en un plazo determinados, como por ejemplo, 10 días en 2 meses, que equivale a un máximo de 10 viajes a realizarse en ese período. Otra cosa a tener en cuenta es si viajás en Primera o Segunda Clase, y si viajás solo, en pareja o con amigos. Si viajás solo, la tarifa que se te va a cobrar es inmodificable, en cambio si viajás con al menos una persona y podés garantizar que todos los tramos los van a tomar juntos (ej: en pareja), accedés a descuentos muy importantes que quizás te posibiliten viajar en Primera Clase al precio de lo que te saldría la segunda sin ese descuento. Hay que tomarse el tiempo y elegir la opción que más se adapte a cada uno, y estar atentos a las promociones que frecuentemente brindan estas empresas. Todas las opciones de pases las podés ver en la página de Eurail. 

    3- Durmiendo en el Tren

      Cabina Con Literas

    Precisamente los viajes nocturnos son todo un tema. Se trata de una opción muy popular a la hora de economizar en alojamiento y de optimizar tiempo para recorrer distancias largas sacándole el jugo al abono. Pero aquí hay algunos detalles a tener en cuenta:

    Primero, hay que fijarse la hora de salida del tren nocturno, especialmente si adquirimos un abono de un número específico de tramos en una cantidad de días (Ej: 10 días en 2 meses). Si el tren sale a las 7 de la tarde o después, se consume un tramo de nuestro pase, pero si el tren sale antes de esa hora, se consumirán dos tramos. Un detalle a tener en cuenta para optimizar nuestro pase. Ahora, si sacaste un pase de días continuos, como 15, 21 o 30 días consecutivos, no te influye en nada.

    Para viajar de noche tenés tres opciones: viajar en el asiento, sin costo alguno, pagar un plus moderado y dormir en literas en habitaciones de 6 literas, lo que implica que vas a dormir con otras 5 personas (aunque no siempre van repletos y depende el destino, podrás compartir con un par de personas nomás) o la de pagar un plus mayor, y acceder a los camarotes con cama y baño privado. Para la segunda y tercera opción, además tenés que reservar con anticipación, es decir: si vos llegaste a Roma un jueves y el domingo te vas hasta Amsterdam, es quizás conveniente reservar ese lugar ese mismo jueves para garantizarte así una litera o cama. En caso que elijas litera en vez de camarote privado, recomendable que duermas con tus pertenencias más valiosas, ya sea dinero, pasajes o documentación. Una buena manera es comprarse los portadocumentos color piel que van generalmente debajo del pantalón, para estar tranquilos.

    Idiomas: Si bien el inglés es casi el idioma universal, debido a la diversidad de lenguas que se hablan en el continente es buena idea que lleves una guía con algunas palabras clave para manejarte en todos los países sin problemas. Sino, hay traductores que vienen con frases precargadas básicas, y está además el nuevo traductor por voz de Google que es muy útil si vas con un teléfono inteligente. Simplemente le dices a tu teléfono lo que quieres decir o preguntar, este reconoce tu voz y lo traduce en voz alta en el idioma correspondiente. Más que interesante.

    A no olvidarse…

    Documentación: Llevá siempre con vos toda la documentación que sea necesaria e guardala en sitios diferentes para que la eventual pérdida de una valija o monedero te arruine el viaje. Una buena idea es la de llevar una fotocopia de tu documento de identidad o pasaporte por cualquier cosa que pudiese sucederles a los originales. Y si sos más obsesivo, otra idea es escanear tus documentos y enviarlos a tu dirección de correo electrónico, o guardar esos escaneos o fotos de tu documentación en alguna nube encriptada. En mi caso uso Boxcryptor, que es un sistema de encriptación que funciona muy bien con Dropbox.

    Seguro médico: En este tipo de viajes que vas a estar yendo de un lado a otro casi sin parar, es imprescindible un seguro médico. El seguro que contrates tiene que cumplir con el Pacto de Schengen, así que son un poco más caros que los demás.  Respecto a la empresa a elegir, en lugares tan turísticos y con tanta infraestructura, no vas a tener problemas con ninguno. Es solo cuestión de gustos.  De todas maneras, si tenés un seguro de viaje de Visa Signature, Mastercard Black o American Express Platino, estás más que cubierto.

    Dinero: Lo ideal es no tratar de llevar tanto efectivo con uno. La opción más recomendable es la de tarjetas de crédito. En mi caso, cuando hice este viaje hace ya un rato, usé los cheques de viajero. Respecto a las tarjetas de crédito o débito, no lleves nunca todas contigo, porque en caso de robo o extravío te podés quedar sin acceso absoluto a dinero. Siempre guardalas en lugares diferentes para estar preparado ante un eventual imprevisto. Respecto a los Traveller Checks recordá siempre llevar los cheques por un lado y el talonario que te entregan junto a los cheques en otro, porque en caso de extraviar los cheques, teniendo ese comprobante vas a poder informar a la empresa correspondiente los números de serie de los cheques que se perdieron o robaron y se te reembolsará la totalidad del dinero de los mismos. No es la primera opción hoy en día puesto que cambiar los cheques conlleva un costo y está bastante pasado de moda, pero en caso de no ir a camarote privado, hay siempre un riesgo en las literas. He dormido en esos compartimentos abrazado literalmente a mi mochila y no pasó nada, pero nunca se es demasiado precavido.

    Reservas: El viaje por tren es una tentación para hacer un viaje totalmente sin planificar, pero tené cuidado con eso. Hay épocas del año en los que la demanda supera la oferta en cuanto a alojamiento, por lo que sería recomendable ir reservando los hoteles antes de viajar y quizás apegarte a un itinerario, cuidadosamente estudiado.

    Equipaje: Como se trata de un viaje de mucha movilidad es imprescindible que lleves sólo lo necesario. Las prendas desmontables son una buena idea: ya sea pantalones que se transformen en bermudas, camperas impermeables (que te sirvan para protegerte de la lluvia) con interiores de polar también desmontables, y eso sí, buenos calzados porque vas a caminar muchísimo. Y sino, las prendas empacables como las de UNIQLO y muchas otras marcas también son una opción. Recordá que en las estaciones hay casilleros donde podés dejare tu equipaje por poca plata, así que tenés que llevar con vos aparte del equipaje, que idealmente deberá ser una de esas enormes mochilas de viaje, algo más pequeño, para llevar contigo lo necesario para excursiones y andar por todos lados. Las mochilas de viaje con bolsos o mochilas más pequeñas desmontables son lo ideal. Otra opción son las mochilas empacables como las de (nuevamente) UNIQLO u otras marcas más deportivas como Montagne en Argentina, que las abrís cuando necesitás y listo. Respecto a lo cosmético, se encuentran fácilmente kits de cepillos de viaje con dentífrico y ese tipo de cosas que te van a ayudar a estar cubierto en ese aspecto. Y por supuesto, no olvides llevar libro si te gusta leer, algo para escribir si te interesa porque los trenes son muy escénicos e inspiradores para ello; la cámara, con baterías precargadas para cambiar en el momento, y si necesitás conectividad, es más que suficiente un teléfono inteligente, y si tenés una tablet o iPad, mejor. Y no olvidar un buen Power Bank. Quizás te interese darte una vuelta por este post en el que hablo de los dispositivos electrónicos viajeros