Reseña del Allegro Granada Hotel: Una Agradable y Económica Sorpresa

En el marco de la recordada Promoción de Iberia de 2018 en la cual obtuvimos cantidad de avíos para gastar en vuelos y demás, nos había quedado un saldo en mi cuenta por gastar. Como eran pocos los avios que me quedaban disponibles y los días para su vencimiento apremiaban, decidimos utilizarlos en reservar el hotel de la noche que habíamos planeado en Granada, y entre los de menor precio nos decantamos por el Allegro Granada, un hotel de la cadena española Barceló, algo alejado del centro histórico, pero para nada mal ubicado y que superó ampliamente nuestras expectativas.

Ubicación:

El Hotel se ubica en Avenida Pulianas, medio camino entre la Estación de Autobuses y el Centro de la Ciudad. A apenas cuadras se encuentra la Plaza de Toros de Granada, que cuenta con numerosas y económicas opciones gastronómicas a su alrededor, y cerca de la planta de las Cervezas Alhambra. Para llegar desde la Estación de Autobuses solo hay que tomar el tranvía 33 que te deja a la vuelta del hotel en menos de 10 minutos. Asimismo el 33 también te lleva a pleno centro de la ciudad, aunque el más cómodo sea el bus número 8 que se toma y te deja literalmente en la puerta del hotel en no más de 10 a 15 minutos. De todas maneras recomiendo ampliamente la caminata al centro puesto que en ese camino pasaremos por el Jardín del Triunfo, el Hospital Real de Granada, la Plaza del Triunfo y el Arco de Elvira, entre otros grandes atractivos de la hermosa ciudad andaluza. Es un paseo que se disfruta y que dura entre 15 y 20 minutos muy agradables.

Instalaciones y Habitaciones

Arribamos a la Estación de Buses temprano por la mañana y desde allí tomamos un UBER (sólo porque estábamos cansados). Al llegar a las 10 AM esperábamos dejar las cosas y seguir camino, pero agradable fue la sorpresa cuando al llegar nos dieron la habitación. El hotel nos pareció moderno, amplio y muy limpio.

Pero lo mejor fue la habitación: una habitación amplia, con dos camas muy cómodas, con placard cerrado y caja de seguridad, escritorio, amplio asiento contra la ventana, frigobar, y un baño igualmente cómodo y práctico. Asimismo, contaba con un buen aire acondicionado y un buen wifi gratuito.

Todas características llamativas porque es un hotel que se encuentra en el rango de otros como el Ibis, que no solo tiene habitaciones más pequeñas, sino que además cuenta con la menor cantidad de amenities posible. Resalto lo del placard cerrado porque la tendencia en alza es la de no proveerte de tal sino de apenas un barral y unas perchas, o simplemente unos estantes sin puerta.

El Frigobar viene vacío y tiene la opción de ser llenado con paquetes de distintos precios. De un listado de bebidas sin y con alcohol, snacks y chocolates, se pueden elegir paquetes que van desde los 6 productos por 15 euros hasta los 18 por 30 euros. De todas maneras es posible utilizarlo para productos que compremos nosotros en los muchos supermercados de la ciudad.

El Hotel cuenta con piscina descubierta pero funciona por temporada. De todas maneras, si vas en primavera o verano por la ciudad predilecta de los Reyes Católicos esa pileta va a ser por lo menos imprescindible.

Desayuno

El desayuno también nos sorprendió gratamente. Amplia variedad de panes (entre los que destaco un pastel de zanahoria y otro de calabaza, este último un ingrediente muy común en la cocina granadina), dulces y mermeladas gran variedad de lácteos y yoghurts, comidas calientes, embutidos, dulces y mermeladas, verduras y frutas. Muy completo y con constante reposición.

Destaco lo de los leches porque siempre es una queja mía el que muchos hoteles no se dignan en tener leches para todo tipo de intolerancia, y en este caso ofrecían leche entera, leche descremada, leche de soja (para veganos) y leche deslactosada (para intolerantes a la lactosa). Además había un sector para celíacos con productos sin gluten. Siempre es un plus para mí el esfuerzo por abarcar a las diferentes elecciones o limitaciones alimenticias.

El único punto negativo del desayuno fue, sin lugar a dudas, el que no había ningún indicio de jamón serrano o ibérico. Llamativo, tratándose de España.

Conclusión:

La realidad que para un hotel que ronda los 50 euros o un poco más de 3 mil pesos argentinos por estas fechas, las instalaciones y servicios son inmejorables. Una gran relación precio calidad. Quedamos tan satisfechos que incluso perdonamos la falta de jamón serrano 😉 , y sin dudas que en un próximo viaje a Granada, nos hospedaríamos nuevamente allí.

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